Derivado de los recortes que hizo la Secretaría de Hacienda y Crédito Público este año, las universidades públicas del país sufrieron una disminución de 30% de los recursos destinados a reforzar la calidad de sus programas educativos, incrementar el número de estudiantes titulados y de profesores investigadores. Sin embargo, para 2016 estos recursos desaparecerán.

 

De acuerdo con información de la Dirección General de Educación Superior Universitaria de la Secretaría de Educación Pública (SEP), en el presupuesto de Egresos 2015 fueron aprobados mil 013 millones 778 mil 213 pesos para mejorar la calidad de los programas de estudio para 37 instituciones, como parte del Fondo para Elevar la Calidad de la Educación Superior (FECES).

 

Empero, “debido a las políticas de austeridad” que se implementó este año a raíz de la caída en los precios del petróleo, el monto final quedó en 717 millones 446 mil 159 pesos, lo cual equivale a 30% menos del presupuesto original.

 

En la Estructura Programática a emplear en el proyecto de Presupuesto de Egresos 2016 que la Secretaría de Hacienda y Crédito Público entregó al Congreso de la Unión el pasado 22 de junio, este Fondo desapareció y será absorbido por el Programa de Fortalecimiento de la Calidad Educativa.

 

Pero este nuevo programa deberá repartir recursos no sólo a las universidades sino también a las escuelas de educación básica.

 

Mejor desempeño

 

Hasta 2015, para acceder a los recursos del FECES, las Instituciones de Educación Superior tenían que demostrar calidad en la docencia e investigación, número de alumnos titulados en relación a los que ingresan, cuántos alumnos están inscritos en programas de calidad acreditada por la SEP, número de profesores de tiempo completo y pertenecientes al Sistema Nacional de Investigadores (SNI).

 

En 2006, por primera vez en la historia el gobierno federal y la Asociación Nacional de Universidades e Instituciones de Educación Superior (ANUIES) acordaron entregar subsidios adicionales a las instituciones con mejor desempeño.

 

Ese primer año (2006), bajo el modelo de Asignación Adicional al Subsidio Federal Ordinario, el fondo fue de 549 millones de pesos; después incrementó en 109% para llegar a mil 150 millones de pesos para los periodos 2007 y 2008, y nuevamente un alza de 13% para llegar a mil 300 millones de pesos en 2009 y 2010.

 

A partir de que se instauró el FECES en 2011 y 2013 se concursaron mil millones de pesos entre 37 Universidades Públicas Estatales (UPE); en 2012, fueron 950 millones de pesos; para 2014 se concursaron mil 037 millones 966 mil 822 de pesos para mejorar la calidad de la educación universitaria.

 

Este año, los recursos que recibieron 37 universidades públicas han sido los más bajos desde que en 2006, pues aunque se presupuestaron mil 013 millones 778 mil 213 pesos en un inicio, al final la Secretaría de Hacienda les recortó 296 millones 332 mil 054 pesos.

 

En este sentido, la Benemérita Universidad Autónoma de Puebla (BUAP), las universidades autónomas de Nuevo León y Sinaloa, y la Universidad de Guadalajara fueron las cuatro más beneficiadas con este recurso, pues durante 2015 estas cuatro instituciones recibieron 26% del total del presupuesto por el cual concursaron 37 instituciones de educación superior de todo el país.

 

Fondos para abatir pasivos

 

Datos de la ASF y de la SEP revelan que entre 2002 y 2010, el gobierno federal transfirió a 27 instituciones de educación superior alrededor de 3 mil 582 millones 500 mil pesos.

 

Entre 2013 y 2015, los recursos que les entregó el gobierno federal ascendieron a 2 mil 583 millones 732 mil 026 pesos más como parte del Fondo para la Atención de Problemas Estructurales de las Universidades Públicas Estatales.

 

Se les han entregado más de 6 mil 166 millones 232 mil 026 pesos, sin contar los años 2011 y 2012 cuyos datos no aparecen en el sitio de internet de la Dirección General de Educación Superior de la Subsecretaría de Educación Superior de la SEP.

 

Un componente de este fondo está destinado a abatir los pasivos y contingentes derivados de pensiones y jubilaciones, el cual se entrega en proporción al ahorro que haya logrado cada institución, la disminución del pasivo de la generación actual de trabajadores, y la disminución del pasivo que hayan logrado las instituciones.

 

Durante los últimos tres años (2013-2015), cinco universidades acapararon más del 50% de los recursos anuales del Fondo las Autónomas de Coahuila, Nuevo León y Sinaloa, la de Guadalajara y la Benemérita Universidad Autónoma de Puebla; aunque también destacan la de Hidalgo y Zacatecas.