MOSCÚ.  La Federación Internacional de Natación censuró enérgicamente a los organizadores de las olimpiadas de Río de Janeiro 2016 por lo que consideró instalaciones de segunda categoría y “falta de respeto” por los deportes acuáticos.

 

La FINA, que supervisa algunas de las pruebas de mayor atractivo para el público en los Juegos Olímpicos, atacó a los organizadores y al alcalde de Río, Eduardo Paes, por reducir la capacidad de espectadores en el natatorio principal, que considera dejará la principal sede de la natación “disminuida en términos de importancia y valor“, según una carta de la FINA obtenida por The Associated Press.

 

La salud y seguridad de los deportistas podrían correr riesgos debido a virus en el área marina designada para las pruebas en aguas abiertas y la decisión de los organizadores de emplear una sede al aire libre para los clavados, waterpolo y nado sincronizado, advirtió la federación.

 

La carta, fechada el lunes y enviada por el presidente de FINA, Julio Maglione, a Paes y al comité organizador, circuló entre importantes figuras de la natación.

 

Sugiere que las relaciones se encuentran en un punto de ruptura.

 

“Las recientes decisiones del señor Eduardo Paes… dañan severamente la imagen y el valor de la FINA y sus disciplinas”, señaló la carta. “Esta situación es una clara falta de respeto a los requisitos de la FINA respecto a las sedes acuáticas, e impactará negativamente las condiciones de seguridad y el nivel de desempeño de nuestros atletas”.

 

El cuatro veces campeón olímpico de natación Alexander Popov es citado en la carta diciendo que las condiciones para la natación en Río representarían “un paso atrás en relación con previas ediciones” de los Juegos Olímpicos.

 

La FINA ha criticado particularmente los cambios realizados en el Estadio Acuático Olímpico, la piscina principal para los eventos de natación más seguidos. De acuerdo con la FINA, los cambios del diseño implican que el estadio sólo admitirá entre 12.500 y 13.000 espectadores, en comparación con la capacidad de 17.500 personas de la piscina principal de las pasadas Olimpiadas en Londres.

 

“El ofrecer menos espacio disponible para televisión, medios, atletas y espectadores naturalmente tendrá un impacto negativo en términos de cobertura de las competencias olímpicas y en términos de las condiciones de trabajo para todos aquellos que utilicen la sede”.

 

La carta exige la realización de pruebas de niveles de virus en las aguas frente a la playa de Copacabana, que serán usadas para los eventos de maratón acuático en ambas ramas. Los organizadores aceptaron hacer pruebas de virus a principios de este mes luego que habían insistido previamente que sólo eran necesarias las pruebas de bacterias.

 

La medida se dio después de que la AP publicó un estudio independiente de cinco meses que mostró altos niveles de virus en las sedes olímpicas para vela, remo, canotaje, triatlón y nado en aguas abiertas. Aproximadamente 1.400 estarán compitiendo en esas aguas.

 

La carta de la FINA también indicó que la seguridad de los atletas está en riesgo debido a la decisión de no techar el Parque Acuático Maria Lenk, en donde se realizarán las competencias de clavados, waterpolo y nado sincronizado. Todos los eventos de estas disciplinas se llevaron a cabo bajo techo en Londres 2012.

 

“Las condiciones climáticas podrían influenciar no sólo en el desempeño de los atletas, sino más importantemente en su salud y seguridad”, se advirtió en la carta, para luego criticar a Paes por rechazar las propuestas de instalar un techo temporal a la arena.

 

En un comunicado, los organizadores de las olimpiadas de Río informaron que han estado en contacto con la FINA sobre estos temas. Agregaron que el cambio de sede en el waterpolo y la reducción de asientos en la sede principal de la natación se realizaron para ahorrar dinero a fin de que los Juegos Olímpicos sean “sostenibles económicamente”.

 

Los organizadores locales señalaron que están explorando pruebas para virus en las sedes acuáticas de Río y estaban recibiendo asesoría de la Organización Mundial de la Salud (OMS). El mes pasado, el experto de la OMS en agua Bruce Gordon dijo a la AP que el organismo recomienda pruebas virales en las aguas olímpicas de Río.

 

La crítica de la FINA recibió el apoyo de Vladimir Salnikov, el influyente presidente de la federación rusa de natación, que dijo que “estos problemas tienen que ser resueltos a tiempo” y que las recomendaciones presentadas anteriormente por la FINA “obviamente no han sido atendidas”, en comentarios realizados el miércoles a la agencia rusa R-Sport.