WASHINGTON. El magnate y precandidato republicano a la Presidencia de Estados Unidos Donald Trump volvió a ofender a otro grupo social, tras los inmigrantes y las mujeres, al no rechazar unos comentarios insultantes contra los musulmanes en un encuentro abierto a preguntas en Rochester (Nuevo Hampshire).
“Tenemos un problema en este país, se llama musulmanes. Sabemos que nuestro presidente es uno de ellos, que no es si quiera estadunidense. Pero de todos modos, tenemos campos de entrenamiento allí donde nos quieren matar. Mi pregunta es, ¿cuándo podremos deshacernos de ellos?”, preguntó a Trump uno de sus seguidores.
El magnate no rechazó la premisa y se limitó a responder: “Vamos a analizar muchas cosas diferentes, mucha gente está diciendo que están pasando cosas malas, vamos a analizar eso y muchas otras cosas”.
Después, otro seguidor tomó la palabra para decir que aplaudía al hombre que dijo que el presidente de Estados Unidos, Barack Obama, es un musulmán nacido en el extranjero, a lo que Trump contestó con un “correcto”, antes de pasar a la siguiente pregunta.
Trump es uno de los republicanos que llevan años cuestionando que Obama sea estadunidense, a pesar de que le forzaron a publicar su partida de nacimiento en 2011, en la que demostró que nació en Hawai en 1961.
Entonces, el magnate quiso atribuirse el haber conseguido que el presidente tuviera que publicar el documento.
Al terminar el acto de Rochester, el jueves por la noche, Trump evitó responder a los periodistas que le preguntaron por qué no había rechazado los comentarios ofensivos contra los musulmanes de su seguidor.
El director de campaña del magnate, Corey Lewandowski, dijo después a la cadena CNN que Trump no oyó la pregunta sobre la religión de Obama.
“Todo lo que oyó fue una pregunta sobre los campos de entrenamiento, y sobre eso dijo que tenemos que analizarlo”, esgrimió Lewandowski.
Entre las voces críticas contra el magnate tras esta polémica destaca la de su rival en las primarias republicanas Chris Christie, gobernador de New Jersey.
“Te digo lo que yo habría hecho, yo no habría permitido eso si alguien hubiera dicho tal cosa en un encuentro conmigo. Yo habría dicho, ‘no, mira, antes de responder, aclaremos algunas cosas para el resto de la audiencia’. Creo que como líder tienes la obligación de hacer eso”, afirmó hoy el republicano a la cadena NBC.
Desde las filas demócratas, la candidata favorita, Hillary Clinton, reprochó la actitud del magnate en un mensaje en su cuenta de la red social Twitter.
“Es alarmante y totalmente equivocado que Trump no denunciara los comentarios falsos sobre el presidente y la retórica de odio contra los musulmanes. Basta”, escribió la ex secretaria de Estado.
El segundo en las encuestas demócratas, el senador por Vermont Bernie Sanders, pidió por su parte al magnate que “pida perdón al presidente y a los ciudadanos por continuar mintiendo al decir que no es estadounidense ni cristiano”.
Está por ver si esta nueva controversia desgasta a Trump, hasta ahora favorito en los sondeos de los candidatos republicanos, o le sirve para mantenerse en el centro de los focos, donde está desde que anunciara su campaña en junio con unos comentarios ofensivos sobre los inmigrantes mexicanos de los que no solo no se ha retractado, sino en los que ha insistido.
OBO