Un tribunal bangladesí imputó hoy a trece personas por el caso de linchamiento mortal de un niño ocurrido el pasado julio en el norte del país que causó gran revuelo tras convertirse un vídeo de la tortura en un fenómeno viral, informó a Efe una fuente policial.

 

Un tribunal de la ciudad septentrional de Sylhet les acusó de los cargos de asesinato y ocultación de pruebas por la muerte de Samiul Rajon, un niño de 13 años, explicó el comisario de la Policía local Kamrul Ahsan.

 

La fuente agregó que dos de los acusados se hallan en paradero desconocido, mientras que un tercero, identificado como Kamrul Ahsan y presuntamente uno de los agresores principales, debe ser extraditado desde Arabia Saudí, país al que se fugó tras el crimen.

 

El tribunal fijó el 1 de octubre como fecha para el comienzo del juicio.

 

Rajon fue agredido por un amplio grupo de personas, tras ser acusado de robar, y falleció a causa de una hemorragia cerebral con más de sesenta heridas en su cuerpo, según los resultados de la autopsia.

 

Los agresores grabaron un vídeo de 28 minutos que colgaron en Facebook, en el que se aprecia cómo el niño es golpeado con una especie de porra en repetidas ocasiones y en diferentes partes mientras está atado a un poste en una estación de autobuses.

 

El caso desató importantes movilizaciones de repulsa en Bangladesh e incendió las redes sociales durante varios días, aunque la agitación se ha diluido con el tiempo.

 

Los linchamientos a ladrones y el maltrato a menores no son una práctica infrecuente en Bangladesh, donde al menos unos cinco millones de niños trabajan, muchos en condiciones precarias, para contribuir a dar sustento a sus familias, según datos de Unicef y el Buró de Estadísticas.