“Ni la lluvia, ni el viento detendrán este movimiento, que lo oiga bien Enrique Peña Nieto”, con esta frase padres de los 43 estudiantes normalistas de Ayotzinapa, desaparecidos desde hace un año en Iguala, Guerrero, dieron inicio a su mitin después de marchar por cuatro horas en la Ciudad de México.
En su discurso en el Zócalo de la ciudad de México, los padres de los normalistas agradecieron la presencia de habitantes y activistas de San Salvador Atenco.
Asimismo, aseguraron que no permitirán que las autoridades impongan “su verdad histórica”, menos que cierren la investigación del caso Iguala.
“Nos mantenemos unidos, y a lo largo de los meses seguimos unidos (…) Nos tienen que entregar a nuestros hijos, porque ellos saben en dónde están”, dijeron.
Mario César González, padre de uno de los normalistas, pidió a los asistentes a la marcha no olvidar a los otros desaparecidos en el país, “no olvidemos que los 43 tenemos una oportunidad de estar frente a micrófonos y no como las madrecitas en sus casas que lloran a sus hijos desaparecidos”.
“Gracias a ustedes hemos llegado hasta este tiempo firmes, de pie, porque ustedes nos han sostenido. Cuando nos hemos querido caer, nos han dado alimento, cariño, comprensión”, dijo Emiliano Navarrete, padre de otro de los jóvenes para quien ese día supuso un “cambió del rumbo de la vida”.
Navarrete recordó que “como si la naturaleza nos dijera y se repitiera lo mismo”, como hoy, aquella trágica noche de hace un año “estaba lloviendo”, mientras que las autoridades “dicen que quemaron a nuestros jóvenes”.
Y es que según la versión oficial defendida hasta ahora por la Procuraduría General de la República (PGR), los jóvenes fueron asesinados por un grupo de narcotraficantes e incinerados durante horas en una hoguera en un basurero.
Después de llegar a Iguala para realizar actividades de boteo (colecta de dinero) en varios autobuses, los jóvenes fueron atacados por policías corruptos del municipio y entregados a los narcotraficantes, quienes presuntamente se deshicieron de ellos del modo mencionado.
Sin embargo, esta versión nunca ha sido creída por los padres, cuya negación se reforzó después de que el informe de un grupo de expertos independientes enviados por la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH) asegurara que los jóvenes no pudieron ser quemados en ese lugar.
“Sabemos que los vamos a encontrar”, aseguró hoy Navarrete, quien dijo que “el día que regresen les comentaremos de ustedes”, de todo el apoyo que han recibido de la sociedad y sabrán “que no hemos descansado” hasta encontrarlos.
Marchan por la Ciudad de México
La vanguardia de la marcha, de al menos 25 mil personas, se adentró a Avenida Juárez, luego de haber hecho una parada en el Anti Monumento de los 43, ubicada en Reforma y Balderas.
En un breve mitin en el anti monumento, Melitón Ortega, papá de Mauricio Ortega, uno de los 43 normalistas desaparecidos hace doce meses, sentenció en nombre de todos los padres que seguirán exigiendo al presidente Enrique Peña Nieto que ejecute todas las líneas de investigación que se le plantea.
“A un año de la desaparición no podemos quedarnos callados, no podemos dejar que esto pase. Estamos a una nueva etapa de lucha”, advirtió al pie del emblema de fierro +43.
La Secretaría de Seguridad Pública del Distrito Federal (SSPDF) informó que hasta el momento no se reporta ningún incidente de consideración y continúan realizándose cortes escalonados a la circulación vehicular.
Hasta las 16:45 horas la retaguardia de la marcha se encontraba a la altura del Paseo de la Reforma esquina con Rosales; en los próximos minutos llegarán a la Plaza de la Constitución.
El contingente partió poco después de las 12:00 horas, quienes solicitan que continúen las indagatorias para conocer el paradero de sus hijos.
La ruta que seguió la marcha fue Paseo de la Reforma, Avenida Juárez, Eje Central Lázaro Cárdenas y 5 de Mayo para arribar a la Plaza de la Constitución, donde realizarán un mitin.
Considere las alternativas viales para la marcha a realizarse este sábado de Los Pinos hacia el Zócalo. pic.twitter.com/eOZ6rT63Vh
— SSPDFVIAL (@OVIALCDMX) septiembre 26, 2015
Elementos de la Secretaría de Seguridad Pública del Distrito Federal (SSPDF) realizaron cortes parciales a la circulación para evitar en la medida de lo posible los denominados cuellos de botella en las zonas por donde pasa la movilización.
¿Dónde están, dónde están nuestros hijos dónde están? #Ayotzinapa #26S #Meindigna pic.twitter.com/4TVkXwcMXR — Cencos (@cencos) septiembre 26, 2015
En el contingente, que avanzó sin contratiempos, también participaron la Coordinadora de Estudiantes Campesinos de México, la Coordinadora Nacional de Trabajadores de la Educación (CNTE), organizaciones sociales, sindicatos democráticos y estudiantes de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM), del Instituto Politécnico Nacional (IPN), de la Universidad Autónoma Metropolitana (UAM), de la Universidad Iberoamericana, entre otros.
Además participaron grupos de yoga, payasos, artistas quienes portaban retratos de los 43 estudiantes de normalistas, además de familias de desaparecidos.
Denuncian presencia de encapuchados
A través de redes sociales, distintos usuarios han denunciado la presencia de un grupo de personas con el rostro cubiertas.
Finaliza la cuenta regresiva de 43 días rumbo al primer año de la desaparición de los 43 normalistas de #AYOTZINAPA pic.twitter.com/dxZ55ITxge — Centro Prodh (@CentroProdh) septiembre 26, 2015
“Queremos un cambio”
“Es importante que todos estemos aquí para decir que estamos indignados, que queremos un cambio, acceso a la justicia y cero violaciones a los derechos humanos”, dijo Mariana Cervantes, una psicóloga embarazada y acompañada de su hijo de siete años.
Las banderas de México en blanco y negro se mezclaban con las fotografías de los desaparecidos, los reclamos de justicia y el número 43, ya sinónimo de tragedia.
“Ayer fueron sus hijos, mañana, Dios no lo quiera, pueden ser los míos, o mis nietos”, señaló Socorro Rodríguez, un ama de casa de la capital. “Los padres de los desaparecidos deben saber que no están solos”.
María Guadalupe Vivencio, una mujer de Tamaulipas cuya falda era una bandera de México ensangrentada, decía entender bien el dolor porque tiene tres familiares muertos. Pero aseguró que apoyar a los padres de Ayotzinapa es importante.
“Esto es un ejemplo para que los demás mexicanos despierten y no callen”, subrayó. (Con información de AP, Notimex y EFE)