A un año de los acontecimientos violentos registrados en Iguala, Guerrero, en donde 43 normalistas de Ayotzinapa desaparecieron y seis personas murieron, el gobernador electo del estado, Héctor Astudillo, afirmó que no debe haber “ni perdón ni olvido”.

 

“Desde entonces, diversos sectores de la sociedad han alzado su voz en busca de la verdad y la justicia, que esclarezcan los deleznables hechos”, dijo a través de un comunicado.

 

Astudillo señaló que los esfuerzos realizados por instituciones públicas, organizaciones de la sociedad civil, organismos internacionales y los directamente afectados, han creado un estado de conciencia colectiva que exige el respeto invariable a los Derechos Humanos, como garante de la libre y pacífica convivencia de la persona humana.

 

“Para los guerrerenses es de la mayor importancia esclarecer la desaparición forzada de los 43 jóvenes normalistas, el homicidio múltiple de seis personas y decenas de heridos”, dijo.

 

Por lo cual, continuó el gobernador electo de Guerrero, se debe dar seguimiento a todas las investigaciones e hipótesis que conduzcan al conocimiento objetivo de los hechos a fin de que la impunidad no entorpezca la acción de la justicia.

 

“Hemos vivido un atraso histórico con una población en creciente condición de pobreza y falta de alternativas para su desarrollo, que ha germinado en un estado de permanente impunidad que es preciso acabar con la decisión y el acuerdo de todos los guerrerenses.”

 

Héctor Astudillo afirmó que Guerrero no puede, “ni debe seguir siendo rehén de la violencia.”

 

Dijo que la administración que encabezará a partir del 27 de octubre próximo, estará plenamente comprometida con la justicia como condición incuestionable para lograr la paz y con ella el bienestar de los guerrerenses.

 

“La única verdad posible es la que conduzca a la justicia.”