BUCAREST. El gobierno de Rumania prohibió hoy la venta de vehículos nuevos de la compañía alemana Volkswagen con motores diesel, ante el escándalo de que la automotriz manipuló un software para reducir el nivel de emisiones contaminantes en Estados Unidos.
La medida, que afectará a 300 concesionarias de automóviles Volkswagen en el país, fue anunciada por la ministra de Transporte de Rumania, Iulian Matache, tras una reunión con funcionarios de los ministerios de Medio Ambiente y Protección al Consumidor.
En una conferencia de prensa, Matache explicó que la prohibición será de manera temporal y se aplicará únicamente a los vehículos nuevos de Volkswagen equipados con motores diesel, ante la posibilidad de que puedan ser capaces de engañar las pruebas de emisiones contaminantes.
Destacó que ante el escándalo, el Registro Rumano de Vehículos (RAR), que realiza las pruebas a los vehículos y los declara aptos para circular, supervisará los autos nuevos para verificar si no están afectados, o en su caso, exigir a Volkswagen que sean reparados.
El RAR “supervisará la correcta aplicación de los plazos de reparaciones”, subrayó la ministra de Transporte, según un reporte de la agencia nacional de noticias de Rumania, Agerpres.
La funcionaria reveló que las autoridades han pedido a la representación de Volkswagen una lista de números de identificación de los vehículos que podrían tener manipulada la tecnología sobre la lectura de emisiones contaminantes.
Matache destacó que hay al menos 105 mil vehículos de Volkswagen en circulación, principalmente Audi, Skodas y Seat, que podría tener afectaciones similares a las que se detectaron en Estados Unidos, por lo que el RAR hará las verificaciones correspondientes.
El Ministerio de Medio Ambiente confirmó en un mensaje la prohibición temporal de los vehículos diesel de Volkswagen en el país y adelantó que la dependencia recopilará datos sobre las emisiones de los vehículos sospechosos que están en circulación.
El escándalo estalló el 18 de septiembre pasado, cuando la Agencia de Protección Ambiental (EPA) de Estados Unidos acusó a la automotriz alemana de haber instalado en forma deliberada en 11 millones de automotores a diesel un software que daba falsos niveles de emisiones contaminantes.