El presidente estadounidense, Barack Obama, dijo hoy que “está claro” que las fuerzas rusas en Siria “no distinguen entre el Estado Islámico y la oposición moderada suní y eso es una receta para el desastre”, en una rueda de prensa en la Casa Blanca.
Rusia comenzó el miércoles a bombardear zonas controladas por opositores al régimen de Asad en Siria, después de desplegar decenas de cazas y material militar en el este sirio, fortín de Asad.
Obama reiteró que Rusia no está atacando solo a los terroristas suníes del Estado Islámico (EI), que también combate una coalición internacional liderada por Estados Unidos, sino que incluye en esa definición a todo tipo de fuerzas opositoras el régimen de Asad.
El presidente de Rusia, Vladímir Putin, está ahora apoyando más abiertamente al régimen de Asad y lo está “incentivando”, dijo Obama y recordó que él mismo dejó claro en su reunión del martes en las Naciones Unidas que la transición política en Siria es la única solución posible.
El presidente Obama aseguró que las acciones militares de Rusia en Siria solo servirán para fortalecer al EI y provocarán que Moscú se meta en un “lodazal”.
“Putin ha intervenido en Siria por debilidad no por fortaleza”, explicó Obama, quien dijo que Rusia se ha alineado con un Asad en horas bajas y con Irán, mientras que Estados Unidos ha creado una coalición de 60 países para acabar con los yihadistas suníes del EI, que han avanzado en el caos de Siria e Irak.
El mandatario estadounidense reiteró que Estados Unidos seguirá apoyando a la oposición moderada a Asad, pese a que ha quedado en evidencia que el programa de entrenamiento de rebeldes moderados avanza muy lentamente y no permite que los ataques aéreos se coordinen con avances por tierra.
Estados Unidos ha dicho que daría la bienvenida a que Rusia participara en la coalición contra el EI, pero por el momento ese país ha decidido ir a por los enemigos de Asad, bombardeando también zonas bajo control de la oposición moderada.
Hasta el momento, EU y Rusia se han limitado a discutir medidas para evitar un encontronazo o accidente militar por la realización operaciones en el mismo espacio aéreo.