La Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH) dijo al cierre de su visita a México, haber comprobado un ascenso de la violencia hacia periodistas, un hecho que calificó de “situación de emergencia”.
En esta visita “constatamos que en los últimos diez años la cantidad de agresiones, amenazas y asesinatos contra periodistas no ha disminuido, incluso puede hablarse de un leve ascenso”, señaló en rueda de prensa el relator especial para la Libertad de Expresión de la CIDH, Edison Lanza.
En una conferencia de prensa al término de una gira de la CIDH de cinco días por México, Lanza enfatizó que los casos más graves se dan en periodistas que cubren casos de corrupción y crimen organizado.
Puso como ejemplo el oriental estado de Veracruz, donde se tienen cuantificados 15 comunicadores muertos en los últimos cinco años y en el que los periodistas trabajan “en un ambiente de intimidación y con temor a ejercer” en un contexto de “polarización entre la autoridad pública y los periodistas”.
Ello, aunado a una “alta precariedad” y “falta de protección”, deja a los comunicadores “en medio de un fuego cruzado”, donde peligra su integridad física, agregó.
El relator valoró positivamente la creación a nivel federal y estatal de “mecanismos para atender esta situación de emergencia”, e hizo un llamado para que se cumpla la normativa.
Es el caso de la Ley Federal de Protección a Personas Defensoras de Derechos Humanos y Periodistas, aprobada en junio de 2012, a través de la cual se creó un mecanismo de protección que es tildado de ineficaz por periodistas y activistas.
Asimismo, Lanza pidió a las fiscalías estatales y, en especial, a la Fiscalía Especial para la Atención de Delitos cometidos contra la Libertad de Expresión (FEADLE) que investiguen los crímenes para descubrir los autores materiales e intelectuales y así “romper el círculo” de la impunidad existente.
México es considerado uno de los países más peligrosos del mundo para ejercer el periodismo.
En el periodo 2000-2014, la Comisión Nacional de los Derechos Humanos (CNDH) cuantificó 87 homicidios a periodistas, mientras que la FEADLE elevó la cifra a 102.