GUATEMALA. La cifra de muertos por un deslizamiento de tierras que arrasó el pasado jueves una zona aledaña a la capital de Guatemala subió a 55, mientras que 350 personas siguen desaparecidas, informaron hoy fuentes oficiales.

 

La portavoz del Ministerio Público (MP,Fiscalía), Julia Barrera, indicó a periodistas que la cifra de víctimas mortales asciende a 55, pero agregó que de ellas solo han sido identificadas 24 y que de algunas de las 31 restantes solo se tienen partes humanas.

 

Por su parte, la Coordinadora Nacional para la Reducción de Desastres (Conred) dijo a Efe que oficialmente los fallecidos eran 54 (cuatro sin identificar), entre estos siete menores, y cifró en 350 los desaparecidos.

 

Inicialmente, las autoridades estimaban en 600 los desaparecidos, cifra que disminuyó a 450 la tarde del viernes.

 

Este desbarajuste en las cifras se debe a la lentitud de “los protocolos”, según dijo a Efe el secretario ejecutivo de la Conred, Alejandro Maldonado, quien agregó que los datos de la institución que representa, a pesar de ir “más lentos” son “muy confiables”. “Tristemente sabemos que no van a bajar”, añadió.

 

Explicó además que el número de desaparecidos va disminuyendo en la medida en que la población reporta a la municipalidad su estado, por lo que hizo un llamamiento a los afectados para que se pongan en contacto con las autoridades.

 

Según el último balance, las personas rescatadas con vida desde que se produjo la tragedia ascienden a 26, 16 de ellas no han podido ser identificadas y otra es un menor de edad; asimismo, hay más de 170 albergados.

 

Julio Sánchez, el vocero del comando de rescate ubicado en el lugar de los hechos, El Cambray II, del municipio de Santa Catarina Pinula, explicó que un total de 1.293 elementos “capacitados” trabajan en el área afectada, dividida en 5 sectores para “facilitar” las labores.

 

La Conred, por medidas de seguridad, ha prohibido el acceso a la “zona cero” de cualquier persona que no esté autorizada, y reiteró que el país tiene “la capacidad” para hacer frente a este suceso.

 

Sánchez reconoció que si llueve aumentarán “las complicaciones” porque el terreno se volverá “lodoso”, lo que dificultará las labores, además de que se puedan producir nuevos derrumbes debido a que la zona es de riesgo y la “corona” del deslave está “inestable” por la fractura del cerro.

 

Asimismo, agregó que cuando las labores se han suspendido, ha sido por motivos de precaución y no “porque estemos cansados ni queramos trabajar”.

 

A este propósito, confirmó que hay un equipo de ayuda estadounidense y otros tres mexicanos dispuestos a colaborar, y que hasta el momento se les ha pedido que estén “a disposición” pero que no se desplacen.

 

Tampoco se ha ratificado si permitirán cooperar con las labores de búsqueda a un equipo humano denominado “los topos”.

 

Tras más de 24 horas de trabajo, mañana finaliza el plazo de 72 horas de búsqueda establecido en el protocolo internacional, y aunque la decisión de continuar depende de todas las instituciones implicadas, Maldonado dijo a Efe que se inclina a pensar “que vamos a continuar”.

 

La institución estatal, que declaró el viernes alerta naranja a nivel nacional y roja a nivel municipal, continúa intentando desalojar de sus viviendas a la población aledaña que pudiera estar en peligro.

 

De hecho, dos bomberos que trabajan en el lugar se vieron atrapados este sábado cuando les cayó encima un paredón de tierra. Uno de ellos ya fue recatado.

 

Por su parte, las familias ya empiezan a dar su último adiós a sus seres queridos y esta mañana en el cementerio municipal de Santa Catarina Pinula se enterraban los cuerpos de un adulto y de un niño, como pudo constatar Efe.