“A partir de hoy comienzo a trabajar con México rumbo al Mundial de Rusia 2018”, fueron las palabras que vertió Juan Carlos Osorio, técnico colombiano que renunció al Sao Paulo. El estratega tuvo que salir a anunciar su nuevo destino ante el silencio de la Federación Mexicana de Futbol, donde parece que tanto a su presidente, Decio de María, como a Santiago Baños, director de Selecciones Nacionales, están esperando a que termine el interinato de Ricardo Ferretti. Baños aseguró no más de 24 horas atrás que Osorio no estaba firmado.

 

Como sea, ayer el timonel colombiano encaró el asunto. Dijo que es el nuevo técnico del Tri y desde ya se prepara para presenciar el partido entre México y Estados Unidos, en el Rose Bowl de Los Ángeles, California.

 

Osorio llegará al Tri con siete títulos en Colombia, pero sin haber podido trascender en lo que a trofeos internacionales se refiere. De su conocimiento del futbol mexicano, tampoco se puede decir mucho. Si acaso que en 2011 dirigió al Puebla por sólo cuatro meses, donde apenas dirigió siete partidos, aunque dejó una gran amistad con Joél Sánchez, zaguero surgido de Chivas, quien se perfila como uno de los auxiliares que integrará su cuerpo técnico.

 

Además, al igual que con Miguel Herrera, su contrato estará sujeto a revisiones periódicas, lo que facilitaría a la Femexfut, en el caso de necesitarlo, una desvinculación menos costosa si no se dieran los resultados. Osorio cobrará 1.2 millones de dólares, un ahorro comparado con los dos millones que se embolsaba Herrera.

 

Ahora, lo único seguro es que Osorio seguirá desde la tribuna el par de encuentros que le restan a El Tuca, para después tener una presentación digna de un estratega nacional, si es que la Federación se aparece para anunciarlo.