SOCHI. Sergio Pérez consiguió el tercer puesto en el Gran Premio de Rusia con una gran carrera, en la que una acertada estrategia con los neumáticos y algo de arrojo, le dio buenos dividendos.
Pese a una complicada última vuelta, donde Checo perdió el tercer lugar, a merced de los finlandeses Valtteri Bottas y Kimi Raikkonen, el piloto mexicano pudo regresar al podio con el tercer puesto, después del alemán Sebastian Vettel, que fue segundo, y el británico Lewis Hamilton, que llegó a 42 victorias y prácticamente sentenció el mundial.
El mexicano supo aprovechar su ventaja la salir desde el séptimo puesto y el abandono de su coequipero, Nico Hulkenberg, tras un contacto con Marcus Ericsson en la primera vuelta. En la vuelta 13, el accidente de Romain Grosjean, quien perdió el coche en la curva tres y se fue a las protecciones sin consecuencias para el piloto, hizo que entrara, por segunda vez, el safety car.
Fue entonces cuando Pérez entró a cambiar neumáticos y de ahí ya no paró en más de 40 vueltas. Las últimas 10 tuvo una dura pelea por mantener el tercer puesto.
Sin neumáticos para tener un mejor rendimiento, Bottas, con llantas de 20 vueltas, se le vino encima en la última vuelta y logró pasarlo al mismo tiempo que Raikkonen. El quinto puesto parecía destinado al mexicano, pero la suerte le sonrió para llegar al podio, ya que el finlandés tuvo un contacto con Valtteri, en el que el de Williams tuvo la peor parte al quedar fuera y el de Ferrari acabó quinto.
Con esto Sergio Pérez consiguió su quinto podio en su trayectoria y el segundo con Force India, tras el que consiguió en Baréin el año pasado. Los puntos también le sirven para recuperar la novena posición general al llegar a 54 unidades, y volver a superar a Romain Grosjean, quien no sumó por su abandono al principio de la competencia.
Hamilton apuntó una victoria más que lo pone como el tercer piloto más ganador en la historia de la Fórmula Uno, con 42 victorias empatando a Vettel, y por detrás de Michael Schumacher (91) y Alian Prost (51).
