El pleno de la Cámara de Diputados aprobó un punto de acuerdo promovido por la legisladora Carolina Monroy del Mazo para crear un Código de Ética y Conducta Parlamentaria, a fin de hacer más eficiente la labor legislativa, reforzar la confianza y credibilidad de la ciudadanía en los representantes federales.

 

En entrevista con 24 HORAS, la legisladora federal puso de ejemplo que al interior del recinto se vende alcohol en los dos restaurantes al interior San Lázaro, “esto no es ético ni correcto, que en un lugar neurálgico para el país se permita el comercio de alcohol”.

 

“Aquí afuera, a ojos vistos hay un restaurante en donde se vende alcohol. Me parece que el 100% de la instalación que ocupa el Congreso de la Unión, forma parte de las instalaciones de un centro de trabajo y no conozco un centro de trabajo, del tipo que sea, en donde algo como esto ocurra”, sostuvo.

 

Monroy del Mazo aseguró que es necesario iniciar con el ejemplo de los legisladores, por lo cual hizo un llamado a los integrantes de la presente legislatura a ser quienes “después de seis años y 30 iniciativas en la materia”, se apruebe dicha medida.

 

Explicó que es necesario recuperar la confianza de la sociedad, por lo que es necesario –afirmó– el fomento permanente de la actuación de los legisladores basado en valores.

 

“¿Por qué este centro de trabajo tendría que ser distinto a los otros? ¿Por qué nosotros los diputados debiéramos tener un tratamiento distinto al del resto de los trabajadores? Más bien, nosotros como legisladores somos trabajadores que tenemos la obligación –subrayada– de ser muy respetuosos con el desempeño de nuestra gestión”.

 

Dijo que los diputados están obligados éticamente a predicar con el ejemplo, “con todo y los defectos que como seres humanos tenemos, este respeto a la enorme posibilidad, al privilegio que tenemos 499 personas de representar a más de 112 millones de habitantes, me parece que debe corresponderse con nuestro servicio serio y no se vale actuar de otra manera”.

 

“El punto central de acuerdo tiene que ver con la necesidad, con el deber ético, político y social de proponer un Código de Ética para la conducta parlamentaria en el Congreso de la Unión, eso es lo que estoy haciendo”, dijo en entrevista.

 

Monroy del Mazo resaltó la necesidad de recuperar la confianza, sustento indispensable de la reconstrucción del tejido social; “es un imperativo nacional e internacional y el ámbito legislativo no es la excepción, por ello, se requiere una regulación formal basada en un actuar permanente de valores que se alejen del conflicto de interés, actos deshonestos y opacidad”.

 

Explicó que las cosas van a cambiar al interior del Congreso de la Unión, pues “no hacemos las cosas de manera diferente; si queremos percepciones y resultados distintos hay que dejar de hacer lo mismo de siempre, hacerlo como personas, sin mayor ideología que el deseo de ser íntegros y dignos de confianza, con trabajo y resultados, una buena vida es el resultado de una buena conducta”.