La empresa Uber, de servicio alternativo de transporte urbano cesó hoy sus actividades en Bruselas, acatando una sentencia del Tribunal de Comercio de la capital belga, que la declaró ilegal a finales de septiembre pasado.
En un comunicado, la compañía estadunidense lamentó que la legislación local sobre el sector del taxi, con 20 años de antigüedad, está “evitando la competencia y bloqueando la elección del consumidor”.
Uber presentó hace siete meses a las autoridades de Bruselas una propuesta de reforma de esa legislación, que consideró necesaria para crear empleos y mejorar la oferta del sector.
“Desafortunadamente, poco ha pasado desde entonces. Bruselas se ha convertido en la capital más grande de Europa que todavía no tiene un servicio privado de alquiler de coches próspero”, criticó, recordando que la capital es la “segunda ciudad de Europa más congestionada”.
La empresa afirmó que la decisión del tribunal belga “afectará a decenas de miles de personas que confían en los servicios de Uber”.
Asimismo, señaló el impacto que tendrá sobre los “cientos de ciudadanos” que ofrecen sus servicios a través de la aplicación para celulares con el fin de completar sus ingresos y “apoyar a sus familias”.
Desde su llegada al mercado belga, hace dos años, Uber ha motivado protestas y se ha enfrentado a diversas quejas de las compañías locales de taxis, que le acusan de competencia desleal.