La diplomacia mexicana responde a los misterios y no al proceso global. Durante siete años estuvo vacante el puesto de cónsul en Barcelona, la ciudad con el mayor número de turistas extranjeros en España (nueve millones anuales), cifra superior a la que recibe Madrid (siete millones). El lapso de tiempo en el que México no tuvo cónsul en Barcelona fue enorme, el suficiente para poder articular una ley que elimine todos los puestos de cónsules mexicanos en el mundo.
La sede del consulado mexicano no es un edificio cualquiera. Se trata de un castillo ubicado en la zona alta de Barcelona, que fue adquirido durante la gestión del canciller Jorge Castañeda, a principios de siglo, con el gobierno de Vicente Fox.
El castillo está ubicado sobre la avenida Bonanova, se trata de una zona escolar rodeada de dos barrios magníficos, como son Sarrià y Sant Gervasi. Muy cerca, en el barrio de Pedralbes, la infanta Cristina e Iñaki Urdangarin habitaron una mansión cuya hipoteca superó los 10 millones de euros. Pues bien, el presidente Peña Nieto designó a Fidel Herrera, ex gobernador de Veracruz, como el cónsul estrella que despachará desde el castillo de la Bonanova.
Fidel Herrera ha ganado en dos ocasiones la lotería. Ahora se lleva por tercera ocasión el premio gordo.
Pero existe un problema sobre su designación. Llegará a Barcelona en el momento político más complejo que haya vivido Cataluña después de la dictadura. Se comprende que don Fidel no deberá tener injerencia en asuntos internos pero sí está obligado, hoy, a tener un conocimiento profundo sobre las variables que se han concatenado para formar un entorno difícil de resolver para el todavía presidente español Mariano Rajoy. Y me refiero a la intención que tiene la agrupación Junts pel sí (Juntos por el sí) por lograr la independencia en 18 meses, una vez que logre formar gobierno con la Candidatura de Unidad Popular (CUP).
¿Cuál es la experiencia consular de Fidel Herrera? ¿Cuál es su visión sobre el proceso global? ¿En qué momento de su vida profesional se le ha conocido un discurso geocéntrico?
¿Cataluña dejará de pertenecer a la Unión Europea en caso de que el presidente Artur Mas, Raül Romeva, Oriol Junqueras y todo el equipo de Junts pel sí logren la independencia? ¿Qué le van a escribir sus asesores en las tarjetas? ¿Qué hará Fidel Herrera el día en que un grupo de mexicanos con pasaporte europeo y con residencia en Barcelona se presente en la puerta del consulado para pedirle seguridad de que no será expulsado por carecer de documentos?
¿Qué hará Fidel Herrera si Mariano Rajoy le pidiera a Enrique Peña, como ya lo hizo con mandatarios europeos como Angela Merkel y David Cameron, o el primer ministro francés Manuel Valls, un pronunciamiento por la unidad de España? ¿Saldrá Herrera al balcón del castillo de la Bonanova para tranquilizar a miembros de la CUP protestando por la posición de México? ¿Si al presidente Rajoy se le ocurriera aplicar el artículo 155 de la Constitución española para suspender la autonomía catalana, cuál será la primera decisión que tomará Fidel Herrera? ¿Qué hará Fidel Herrera el día en que el gobierno de la Generalitat le pida apoyo para realizar ceremonias diplomáticas en el Orfeó Català, que se encuentra ubicado en la calle de Marsella en la Ciudad de México? ¿Le hablará por teléfono a la secretaria Ruiz Massieu para que lo oriente? ¿Es sede diplomática el Orfeó? ¿Buscará Fidel Herrera a Pasqual Maragall para que le explique los cimientos del Estatuto, elemento legal y toral que desencadenó la crisis política?
Nuestro cónsul podrá caminar pocas calles para dirigirse al carrer Major de Sarrià, al bar Tomás, a comer unas deliciosas patatas bravas con alioli junto a una fría cerveza catalana Moritz. Muchas dudas sobre la pachanga diplomática.