El director de la Unidad de Posgrados de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM), Juan Pedro Laclette, opina que la institución debe articular todos los ejes (desde bachillerato hasta el posdoctorado) como una manera de mejorar la educación y la formación de los jóvenes.

 

A dos días de que la Junta de Gobierno dé a conocer los nombres de los aspirantes entre los cuáles elegirá al sucesor de José Narro Robles, el doctor Laclette señala que la UNAM no debe negarse a permitir la participación de la iniciativa privada en la generación de recursos propios.

 

¿Cómo se ha sentido en este proceso?

 

Yo estoy participando para servir a mi institución, porque creo tener la capacidad, el conocimiento, la experiencia y el cariño por la UNAM. Toda mi vida he trabajado aquí, me he sentido muy bien. Estoy haciendo lo mejor que puedo.

 

¿Por qué usted?

 

Todos son distinguidos miembros de la comunidad; sin embargo, yo sí creo que mi caso representa un equilibrio entre la academia, con una carrera importante como funcionario dentro y fuera de la UNAM. He tenido oportunidad de cabildear el presupuesto de educación, ciencia y tecnología, de participar en procesos para modificar leyes federales. Estoy en una situación personal adecuada para entregarme al trabajo en la Rectoría.

 

¿Cómo tiene que ser el cabildeo para aumentar el presupuesto?

 

El argumento de que el gobierno tiene la obligación de entregarle los recursos suficientes a las instituciones de educación pública es inescapable. Es su mejor inversión.

 

El argumento ha sido insuficiente

 

El presupuesto nos ha permitido desarrollarnos, ahora se viene un momento de incertidumbre que nos preocupa, pero hay que insistir que el presupuesto se mantenga y también buscar nuestros mecanismos: asociarnos con los sectores público, social y empresas para generar ingresos propios; también recurrir a fuentes de financiamiento internacionales a las que hemos accedido poco porque estamos viviendo en un nicho de confort con el apoyo que nos otorga el Conacyt; y también ahorrar 1% de los recursos para crear un fondo de inversión que al paso de los años se convierta en un fondo para emergencias.

 

¿Cómo ve a la Universidad en este momento?

 

Durante los últimos 16 años ha tenido estabilidad, lo que ha permitido un desarrollo considerable. Hemos crecido mucho y debemos pensar en la Universidad ya no en el sentido tradicional, sino en un sistema universitario. Si hay incertidumbre económica, es el momento de reordenar aspectos estructurales internos y algunos cuellos de botella de nuestro funcionamiento interno, de manera que estemos en condiciones de retomar el crecimiento en cuanto la economía vuelva a arrancar.

 

¿De dónde pueden obtener recursos para cumplir sus obligaciones y ahorrar?

 

El dinero puede ser mucho o poco, pero si cada mes uno se gasta todo el dinero, no hay capacidad de respuesta para una situación difícil. La Universidad se administra con los mismos principios que nuestras vidas: se puede generar un fondo de ahorro. Debemos hacer un esfuerzo y una revisión de cuáles son los rubros no sustantivos en donde podemos hacer una reducción de los gastos.

 

¿Puede usted describir la Universidad ideal dentro de los próximos 50 años?

 

Una Universidad que multiplique su impacto positivo en la sociedad, que sea un motor para el desarrollo de nuestro país y que le ayude a salir de la situación tan difícil que estamos atravesando. Esta es una de las instituciones más hermosas con que cuenta el país. En este momento de dificultades y de esta situación moral, la UNAM puede ser un apoyo importante para salir adelante. La mejor del mundo en los temas que nosotros decidamos que tenemos fortalezas. No podemos ser los mejores en todo. Queremos una Universidad que alimente el espíritu de nuestro país.

 

¿Cuál es el reto fundamental al que se enfrentará el próximo rector?

 

La Universidad tiene muchos retos fundamentales, pero la plataforma básica a la que se debe enfrentar es conseguir estabilidad, que la Universidad se mantenga operando todos los días del año, porque eso es lo que permite el mejoramiento y enriquecimiento institucional. Tenemos que mejorar la calidad de la enseñanza, intercomunicarlo con otros niveles: bachillerato, con licenciatura y posgrado. El mayor reto es integrar.  Los retos de la UNAM son mayúsculos.

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