El ex asesor presidencial, premio Príncipe de Asturias y, con ésta, tres veces aspirante a la Rectoría universitaria Francisco Bolívar Zapata espera lo mejor, pero está preparado para lo peor, pues sabe que aunque las condiciones han cambiado desde 1999, última vez que participó en el proceso sucesorio de la UNAM, nada está escrito y puede ser que una vez más su oportunidad de dirigir los destinos de la institución se le escape de los dedos. La diferencia es que ésta sería la última vez y la definitiva, pues por su edad, 67 años, Bolívar Zapata ya no tendría una nueva oportunidad de contender por el puesto.
¿Cómo espera que se ponga esta segunda parte del proceso?, ¿se va a polarizar?
No, hay un respeto por todos, para mí es un privilegio participar y todos son universitarios muy comprometidos que le deben mucho a la institución. No creo que vaya a haber un proceso de polarización, en términos generales los candidatos seguiremos siendo muy institucionales. La Junta decidirá un nuevo rector y estaremos detrás de él todos los que participamos en el proceso.
Su currículum, su experiencia, la cercanía con el Presidente … ¿se siente con ventaja?
He sido institucional, universitario, tuve la extraordinaria oportunidad de participar en la Junta, seguimos las reglas de la propia institución. Me siento beneficiado de haber participado en estos procesos al tener la oportunidad de designar a 150 directores y rectores. Ha sido la experiencia más importante de mi vida; es un cuerpo colegiado en el que la tolerancia y la inteligencia colectiva han permitido avanzar. Los cuerpos colegiados son una de nuestras fortalezas más importantes en la UNAM y la Junta es uno de los más avanzados, porque nos ha permitido mantener a la Universidad trabajando; es una manera de hacer las cosas (…) todo se puede mejorar, pero para mí siempre ha sido la más adecuada para la designación de los rectores.
En los pasados procesos parecía que ya estaba llegando y de repente no es elegido, ¿ya le toca?
(Ríe) He participado en dos procesos anteriores, ha sido un privilegio, y lo he hecho porque un número importante de universitarios me han pedido que participe. La Junta no me designó, pero seguimos detrás de los rectores, de la institución y ahora decidí participar porque tengo un conjunto adicional de experiencias, el trabajo que hicimos en la Oficina de la Presidencia que también fue importante.
¿Considera que su misión en la UNAM no se ha concretado?, ¿por eso sigue buscando la Rectoría?
Estoy ofreciendo mis capacidades a la UNAM porque le debo todo. Yo sigo trabajando en mi laboratorio con mis alumnos, para mí el privilegio más importante que tengo, lo que me hace más feliz es trabajar y aprender con mis estudiantes y mis colegas. Yo soy muy feliz en este proceso de la generación del conocimiento, de recursos humanos. Yo le debo todo a la UNAM, entonces si a mí no me toca el asunto, no me va a causar un problema terrible: yo soy un universitario institucional y seguiremos trabajando.
Suena a que va esperando lo mejor, pero preparado para lo peor
No es peor en el sentido de que a quien la Junta designe. Vamos a estar trabajando detrás de él. No sería peor que nombraran a otra gente, porque la Junta decidiera que es la mejor opción en este momento. No es que me sintiera muy feliz (ríe), pero no lo veo como peor, no como una desilusión siquiera, algo que aceptaríamos y a trabajar.
¿Regresaría a su laboratorio o a la Oficina de la Presidencia?
A mi laboratorio, ahí están mis compromisos. Yo tengo que regresar a mi casa, que es mi laboratorio.
¿Cómo se siente?
Me siento muy bien y muy contento de haber participado en este proceso que ha sido inédito en algunas cosas como la publicación de las propuestas de los planes de trabajo candidatos, esto da un avance al conocer qué es lo que piensan con relación a la UNAM y las diferentes problemáticas.
¿Su experiencia le da las llaves del secreto mejor guardado sobre cómo elige la Junta de Gobierno al rector?
(Ríe) No es el secreto mejor guardado, la comunidad hace llegar a la Junta sus opiniones. Este proceso de auscultación es muy importante “pa’ que” la comunidad manifieste sus preferencias, sus razones para apoyar a uno y no a otro. Muchos de estos elementos están en los planes, en la currícula, en las propuestas.
Pero también se toman en cuenta otros factores políticos, el contexto de la Universidad
La Junta toma un conjunto de elementos importantes para tomar la decisión de quien tenga las mejores capacidades para mantener la estabilidad, conseguir los recursos adecuados… así ha sido siempre.