Aunque desde los años veinte se tiene registro de la conformación de rutas de trasiego de alcohol y drogas ilícitas como opio, mariguana y LSD, principalmente ubicadas en el puerto de Mazatlán y de cultivo en las zonas serranas de Sinaloa, no se tiene identificado algún grupo en específico.
Es en la década de 1930, cuando se desarrolla un grupo dedicado al contrabando de alcohol de México hacia Estados Unidos durante la Ley Seca de ese país. En los 70 del siglo pasado, dicho grupo ingresa de lleno al mercado negro de las drogas y adopta el nombre del Cártel de Golfo bajo el mando de Juan Nepomuceno Guerra.
A finales de los años sesenta, Pedro Avilés Pérez, originario de Culiacán, Sinaloa, es señalado como el capo pionero que dio inició a lo que se conoce como “la primera generación de grandes traficantes de mariguana” y fue de los primeros en utilizar aeronaves para el trasiego de droga.
Paralelamente, en los años 60, en Michoacán, Armando Valencia Cornelio, y sus primos los hermanos Luis y Ventura Valencia Valencia utilizaron la producción de aguacate como fachada para el cultivo y tráfico de mariguana y amapola. Su zona de influencia se extendió a Jalisco, Colima y Nayarit.
En Ciudad Juárez, punto estratégico para el trasiego de drogas, nace el cártel de Juárez bajo el liderazgo de Gilberto Ontiveros, Rafael Aguilar Guajardo y los hermanos Muñoz Talavera. Tras la inhabilitación de estos, Ernesto Fonseca Carrillo asume el mando y a finales de los ochenta, su sobrino, Amado Carrillo Fuentes asume el liderazgo hasta 1997, cuando presuntamente muere en un hospital de la Ciudad de México tras someterse a una cirugía plástica para cambiar su rostro.
En la década de los 80, Miguel Ángel Félix Gallardo, Rafael Caro Quintero y Ernesto Fonseca Carrillo, principalmente, conforman el Cártel de Guadalajara, considerada la primera organización con nexos con el Cártel de Colombia dedicada a transportar heroína y mariguana hacia los Estados Unidos.
La fragmentación de cárteles se deriva de la detención de Félix Gallardo, ocurrida en 1989, a partir de entonces el cártel de Guadalajara se divide en dos principales fracciones: el Cártel de Tijuana, también conocido como el Cártel de los Arellano Félix (sobrinos del Padrino), y el Cártel de Sinaloa, dirigido entonces por sus lugartenientes Héctor Luis Palma Salazar, Adrián Gómez González, Joaquín Guzmán Loera, e Ismael Zambada García.
Bajo las órdenes Osiel Cárdenas a finales de los años noventa (1999) se contrata el servicio de un grupo de ex militares de elite para servir como brazo armado del cártel del Golfo, se trata de Los Zetas.
En 2003, Cárdenas Guillén es capturado y el control del cártel pasa a manos de Jorge Eduardo Costilla Sánchez, ex-policía de Matamoros. A la par se da la ruptura con Los Zetas, quienes bajo el mando de Heriberto Lazcano Lazacano (abatido) y Miguel Treviño Morales, (detenido) principalmente acrecientan su poderío en el tráfico de drogas, tráfico de indocumentados, secuestros y extorsiones. A la fecha el cártel del Golfo sostiene pugnas entre células internas y contra los Zetas.
En 2006 y 2007 se fundan La Familia Michoacana para hacer frente al cártel de los Valencia y en el Occidente surgen Los Matazetas, qus ahora son conocidos como el Cártel Jalisco Nueva Generación (CJNG).
Actualmente, el CJNG teniendo como máximo líder a Nemesio Oseguera Cervantes es considerada como unas de las organizaciones criminales más mortíferas y poderosas del país, actualmente disputa el territorio para el tráfico de drogas en diversos estados como son Guerrero, Colima, Guanajuato y Michoacán, entre otros.
Entre los años 2008-2014, derivado de conflictos entre comandantes al servicio del cártel de Sinaloa, se desprende la organización de los Beltrán Leyva, liderada por los hermanos Marcos Arturo, Alfredo, Héctor y Carlos Beltrán Leyva, quienes antes de encabezar su propia organización se desempeñaron como dirigentes de los principales brazos armados del cártel que actualmente dirigen Joaquín Guzmán Loera, Ismael Zambada García y Dámaso López Nuñez.