La Comisión Nacional de los Derechos Humanos (CNDH) envió personal a Cosalá, Sinaloa, para atender quejas ciudadanas tras el despliegue de miembros de la Marina por los operativos para capturar al narcotraficante Joaquín El Chapo Guzmán, informó hoy el organismo.

 

Ello a fin de “recibir y atender las quejas que por presuntas violaciones a derechos humanos que se presenten en ese lugar y otras poblaciones aledañas del estado de Durango con motivo de los operativos que realizan efectivos de la Secretaría de Marina (SEMAR) en la zona”, detalló la CNDH en un comunicado.

 

Alrededor de 250 personas de 17 comunidades de la frontera entre los estados de Sinaloa y Durango permanecen, algunos desde hace varias semanas, lejos de sus hogares a causa de los operativos contra el narcotraficante Joaquín El Chapo Guzmán, fugado de un penal de máxima seguridad el 11 de julio pasado.

 

“Desde el momento en que tuvo conocimiento de los hechos, la CNDH desplazó hacia Cosalá a visitadores adjuntos, para recabar quejas, allegarse información y observar el desarrollo de los acontecimientos“, agregó el comunicado.

 

Asimismo, se establecerán mecanismos de coordinación y apoyo con las Comisiones Estatales de Derechos Humanos de Sinaloa y de Durango “para el seguimiento y atención a posibles violaciones a derechos humanos”.

 

Como parte de las diligencias realizadas en Sinaloa, los visitadores adjuntos de la CNDH acudieron a los lugares donde fueron señaladas las casas que fueron abandonadas por sus propietarios durante la cacería, quienes se dirigieron a la localidad turística de Cosalá.

 

En este municipio, el personal de la CNDH desplazado visitó el albergue donde fueron trasladadas estas personas y recabaron el testimonio de diversos pobladores.

 

Además, han sostenido entrevistas con autoridades municipales y solicitado informes sobre los hechos.

 

Tras atender las quejas, la CNDH se comprometió a estudiar los casos y a emitir un pronunciamiento correspondiente.

 

Cosalá se encuentra en el extremo oriental de Sinaloa, cerca de la frontera con Durango.

 

Junto con Chihuahua, esos dos estados forman el llamado “Triángulo dorado” de la droga mexicana, dónde están las pistas clandestinas de las que despegan avionetas con heroína y cocaína hacia Estados Unidos.