WASHINGTON. Paul Ryan, el ex candidato vicepresidencial republicano, ex trabajador de McDonald’s y partidario de la reforma migratoria, fue electo hoy como nuevo presidente de la Cámara de Representantes, en sustitución de John Boehner.

 

Ryan obtuvo 236 votos y se impuso cómodamente a la legisladora demócrata de California, Nancy Pelosi, quien recibió 184 votos en una sesión protocolar donde el desenlace era conocido toda vez que los republicanos son mayoría en la Cámara de Representantes.

 

“El honorable Paul Ryan, habiendo recibido la mayoría de los votos es debidamente electo presidente de la Cámara de Representantes”, proclamó Boehner desde la tribuna, en una de sus últimas apariciones como líder de los conservadores.

 

Ryan, de 45 años, es una estrella ascendente del Partido Republicano a pesar de sus orígenes modestos. Como joven trabajó detrás del mostrador en un restaurante McDonald’s y más tarde como mesero de uno de los restaurantes del mismo Capitolio donde será líder de los conservadores.

 

Su llegada es vista como un esfuerzo de los republicanos de la Cámara de Representantes por superar las fracturas entre su ala moderada y la facción ultraconservadora, que han generado pugnas internas y estancamiento en el trabajo legislativo,

 

Poco después del voto, Ryan entró al recinto principal del Capitolio escoltado por una delegación de colegas republicanos y demócratas, donde recibió una ovación de pie por parte de los legisladores, un inusual gesto bipartidista en un Congreso dividido entre liberales y conservadores.

 

“La institución de la Cámara de Representantes está descompuesta. No estamos resolviendo problemas estamos complicándolos”, dijo en su primer discurso como presidente de la Cámara de Representantes.

 

Ryan dijo que no era su intención asignar culpas por la situación actual, sino hacer un llamado a ambos partidos a empezar de cero. “Necesitamos hacer cambios, empezando por la manera en que opera la Cámara”, señaló,

 

El legislador por Wisconsin sostuvo que los Comités legislativos deben recuperar el liderazgo en la redacción de nueva legislación, así como abrir el proceso legislativo y ampliar la participación del público.

 

Al inicio de su mensaje Ryan tendió una rama de olivo a Boehner, a quien se refirió como “El caballero de Ohio”. Boehner agradeció el gesto y salió del recinto visiblemente emocionado.

 

Durante la sesión, el ánimo bipartidista fue remarcado cuando Pelosi rindió un emotivo reconocimiento público al tradicionalmente sentimental Boehner, quien escaló de hijo de un modesto cantinero de Ohio a tercero en la línea de la sucesión presidencial.

 

Pelosi, quien consideró el gesto de Boehner como expresión del “sueño americano”, elogió el honor y dedicación de Boehner durante su cuarto de siglo de servicio público y le deseó lo mejor a él y su familia.

 

Enseguida la ex legisladora de California traspasó a Ryan el mazo del presidente de la Cámara de Representantes.

 

Como saliente presidente del Comité de Medios y Procedimientos de la Cámara de Representantes, Ryan es considerado un experto en temas económicos y partidario de poner límites al techo de la deuda pública de Estados Unidos.

 

En materia migratoria, su postura a favor de una reforma migratoria generó expresiones iniciales de escepticismo de los conservadores de línea dura.

 

Ante esta situación, Ryan se comprometió durante una reunión a puertas cerradas que no llevaría a voto ningún proyecto de reforma migratoria a menos que hubiera consenso entre la mayoría de los miembros de la mayoría republicana, según reportaron medios locales.

 

El demócrata Luis Gutiérrez, el principal promotor de la reforma migratoria en la Cámara de Representantes, lamentó la semana pasada que la decisión de Ryan de buscar el liderazgo haya estado condicionado a ofrecer que no habría votos en migración durante la presidencia de Barack Obama.

 

“He trabajado con Paul Ryan durante muchos años en el tema migratorio y sé que apoya una reforma sensible y bipartidista (…) pero para asegurar la unidad republicana ha tenido que echar a un lado sus puntos de vista sobre migración”, deploró Gutiérrez.