Las recientes decisiones de la Fed, del Banco de Japón (BoJ) y del Banco de México constatan que la política monetaria mundial sigue con una visión “divergente”. Mientras la Reserva Federal de Estados Unidos considera que su economía está cerca de iniciar un proceso “gradual” de normalización con un ligero aumento en la tasa de referencia, el Banco de Japón redujo sus previsiones de crecimiento y de inflación, y decidió mantener su tasa de interés casi en 0% y un programa de compra de activos equivalente a 660 mil millones de dólares. En el caso del Banxico, el tono del comunicado fue más “conservador hacia una holgura que aún tiene la economía mexicana hacia el crecimiento y la inflación”.

 

Ante esto, los futuros de las tasas de interés de la Fed aumentaron su probabilidad de ocurrencia a 50% desde un 33% previo a la reunión. Esto significa un “volado”, una duda total que puede pasar lo que sea, porque sus miembros siguen con la postura de “credibilidad vs realidad económica”. El haber dejado “abierta” la posibilidad de un aumento en la tasa en 2015 hace una “necedad” de forzar algo que hoy aún puede esperar un mejor momento. El problema es que sólo queda la reunión de “diciembre”.

 

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En relación con el empleo, hoy se conoce el dato del ADP sector privado y el viernes datos de la nómina no agrícola (NNA), en la que el sector “servicios” ha sido el principal generador. El promedio en el año asciende a 181 mil plazas y sólo en el tercer trimestre creó 147 mil plazas, mientras que el sector de bienes de producción lleva en promedio cuatro mil por mes en este 2015 y en el tercer trimestre se perdieron en promedio nueve mil plazas. No se observa “homogeneidad” sectorial. El gobierno aporta alrededor de siete mil plazas por mes en este año y sólo en el tercer trimestre generó en promedio 29 mil. El dato esperado por el mercado en general asciende a 180 mil plazas de generación en octubre. Este será el elemento que decida la balanza entre incrementar la probabilidad de alza en los futuros del FED en diciembre.

 

Por el lado de inflación, seguimos viendo “holgura” ante la caída de los precios de materias primas ligada a la fortaleza del “dólar”.

 

El comercio internacional medido por el comportamiento de la balanza comercial mundial y la evolución de la producción industrial en los países o regiones sigue mostrando “desaceleración” y todo apunta a que la recuperación será “paulatina”. China seguirá con su estrategia hacia la demanda interna y ha reconocido que en los siguientes años su crecimiento será más moderado sobre una base cercana a 6.5% en el PIB. Hoy crece a 6.9%.

 

Europa a través del BCE ha sido “reiterativa” que en su reunión de diciembre próximo evaluará y decidirá si “aumenta sus estímulos monetarios ante un riesgo “deflacionario” y un crecimiento modesto todavía.

 

Con respecto a Japón, su banco central reconoció un menor crecimiento y una baja inflación que esperan en un período de seis meses podrían ir en camino hacia sus objetivos.

 

Economías emergentes atraviesan por un momento de “crisis” y en algunos casos están en recesión. Ante todo esto, seguimos viendo un escenario complicado para la Fed de querer aislarse de una realidad mundial en la que debe seguir manteniendo bajas las tasas de interés hasta “estabilizar y balancear equilibrios de riesgo sistémico mundial”.