Una de las quejas más comunes que existen en el mundo del espectáculo es que no hay suficientes personajes femeninos interesantes, y que los existentes básicamente son o de relleno o sirven como mero atractivo visual ya sea de una serie de TV o una película.
Particularmente esos dos medios han recibido críticas constantes y más recientemente, cuando varias voces se han alzado para evidenciar la falta de presencia femenina como protagonistas. Y eso sin hablar de que la paga entre una actriz y sus contrapartes masculinas presenta una brecha gigantesca a favor de estos últimos, creando una disparidad que no está siendo nada grata para las actrices.
Por eso hay que celebrar, en particular, que en fechas recientes y en el futuro inmediato hay al menos cuatro producciones que tienen a personajes femeninos fuertes como protagonistas: Supergirl y Jessica Jones en TV, y Los Juegos del Hambre y Star Wars en la pantalla grande.
El caso de las primeras dos es de llamar la atención, pues si bien ambas son opuestas en tono y forma, el hecho de que sean superheroínas con su propia serie es para aplaudirse.
Supergirl ha tenido un gran éxito durante sus primeros capítulos en EU por dos razones principales: la primera es que se trata de una heroína de luz, brillante, con un tono optimista que, en estas épocas de superhéroes oscuros y sórdidos, llama la atención. Es la primera serie quizá desde Wonder Woman con la que las niñas pequeñas y las jovencitas se pueden identificar.
La segunda razón es que el personaje principal, Kara Danvers (interpretado por la increíble Melissa Benoist), podrá tener superpoderes pero eso no le impide sufrir de las inseguridades propias de cualquier veinteañera. Eso la hace cercana al público y, en particular, a las generaciones jóvenes.
En el caso de Jessica Jones (Krysten Ritter) el tono cambia a algo mucho más oscuro, siguiendo un poco la línea de lo que Marvel y Netflix hicieron con Daredevil. Está enfocada en un público más adulto, pues aborda temas de sexualidad, violación, asalto y estrés post traumático. Habrá que ver la serie completa a partir del 20 de noviembre, pero el hecho de que sea una serie basada en una heroína es de destacarse.
En cine, las próximas semanas verán el estreno de filmes acerca de dos personajes femeninos parecidos en su espíritu de lucha y protagonistas de dos sagas multimillonarias: Katniss Everdeen en Los Juegos del Hambre: Sinsajo – Parte 2, y Rey en Star Wars: El Despertar de la Fuerza.
La primera se ha convertido en la heroína preferida de los Millenials desde su aparición en el primer libro de la saga, escrito por Suzanne Collins, y ha sido tomada como ejemplo a seguir gracias también a la interpretación que de la misma hace Jennifer Lawrence.
Fuerte, entregada, dispuesta a sacrificarse por los suyos y dispuesta a todo con tal de derrotar a un gobierno totalitario, Katniss es algo así como la versión moderna de la Princesa Leia.
Y quizá la mayor sorpresa sea la atrevida jugada que entre Kathleen Kennedy, Lawrence Kasdan y J. J. Abrams tomaron de poner como protagonista a una mujer en la próxima a estrenarse El Despertar de la Fuerza.
Aunque no se sabe su origen, o si es hija de alguno de los personajes de la trilogía clásica, Rey (interpretada por la británica y súper estrella en ciernes Daisy Ridley) es ideal no sólo para introducir el mundo de Star Wars a las nuevas generaciones, sino para darle un impulso enorme a los personajes femeninos como protagonistas de sagas legendarias.
Estas cuatro heroínas no sólo son bienvenidas, sino necesarias en un mundo del entretenimiento que pedía a gritos la presencia femenina como foco central. Y a juzgar por el éxito que todas están teniendo o están por tener, es una noticia que se debe aplaudir. El poder femenino llega para tomar el control y esperemos que sea por mucho tiempo.