La inversión en educación temprana, es decir, en menores de seis años de edad, es la que arroja una mayor rentabilidad a largo plazo, pues su impacto en el desarrollo es mayor.

 

Tan sólo el presupuesto destinado este año a dicha población por parte del Consejo Nacional de Fomento Educativo (Conafe), asciende a 520 millones de pesos, es decir, poco más de mil 200 pesos por cada menor atendido, informó Joel Guerrero Juárez, director del organismo.

 

La población infantil menor de cuatro años en zonas de escasos recursos asciende a 1.1 millones, de los cuales 39% son atendidos por el Conafe, y se ubica por encima de las guarderías del IMSS y el ISSSTE, entre otros organismos públicos.

 

El programa Educación Inicial del organismo tiene como objetivo otorgar las herramientas necesarias a los padres de familia de niños menores de cuatro años en zonas de escasos recursos para mejorar la crianza y reducir la brecha educativa al momento de ingresar a la educación primaria.

 

Durante la Presentación de Resultados de la Evaluación del Impacto al Programa de Educación Inicial No Escolarizada del Conafe, David Evans, representante del Banco Mundial, precisó que el desarrollo del cerebro del ser humano tiene su etapa más importante en los primeros seis años de vida, por lo que es necesario generar estímulos adecuados para impulsar las capacidades de los niños y evitar “estímulos tóxicos” que dañen sus capacidades para desenvolverse en la sociedad.

 

Evans mencionó que el programa del Conafe presenta resultados satisfactorios, pues aunque el promedio de asistencia es de cuatro sesiones por año por cada familia, cuando se imparten casi 40, el costo de cada clase es muy bajo.

 

Destacó que el programa se realiza con promotores del Conafe en hogares, espacios públicos, escuelas y otros sitios, lo cual permite reducir los costos del programa.

 

El representante del Banco Mundial comentó que una de cada cinco familias que participaron en el programa durante el primer año desertó, mientras que del total de interesados 32% superó 10 sesiones en un año.

 

En su intervención, Rosalinda Morales Garza, directora general de educación indígena de la Secretaría de Educación Pública (SEP), reconoció que el programa requiere incrementar su cobertura y que siempre es necesario elevar la calidad.