LOS ÁNGELES. El FBI aseguró hoy que los dos autores del tiroteo de San Bernardino (California, EU), en el que murieron 14 personas el pasado miércoles, estaban “radicalizados desde hacía algún tiempo”, sin precisar cuándo empezó ese proceso.
En una rueda de prensa, el director asistente del FBI en Los Ángeles, David Bowdich, dijo que la investigación trata de averiguar cómo sucedió la radicalización y si estuvo alentada por alguien.
Bowdich también señaló que los dos autores de la matanza, el estadunidense Syed Farook y su esposa, la paquistaní Tashfeen Malik, participaron en prácticas de tiro en el área de Los Ángeles, una de las cuales sucedió días antes de la masacre.
El responsable el FBI subrayó que la investigación es “enorme”, que hicieron unas cuatrocientas entrevistas hasta ahora y destacó también que se encontraron evidencias de “preplanificación”.
“Queremos descubrir a todos los que pudieron participar en la preplanificación, si hubo alguien más, que no lo sabemos todavía”, añadió Bowdich.
Aclaró que el FBI no sabe quién de los dos atacantes estaba al mando y que no encontraron pruebas de una conexión fuera de lo que se investiga en Estados Unidos.
Bowdich también elevó a diecinueve el número de dispositivos que se encontraron en el domicilio de los atacantes en Redlands (California) y que podrían haberse usado como bombas caseras.
Por otro lado, los investigadores descubrieron que dos de los rifles de los sospechosos pertenecían a un amigo suyo, Enrique Márquez, por lo que ahora el FBI trata de averiguar cómo llegaron esas armas a manos de los atacantes.
En este sentido, el diario Los Ángeles Times aseguró hoy, citando a fuentes de la investigación, que Márquez fue ingresado en un hospital mental tras el tiroteo y que el FBI cree que fue él quien les dio a Farook y Malik dos armas semiautomáticas.