NUEVA YORK. Casi todos los aspirantes republicanos y demócratas a la presidencia de Estados Unidos para las elecciones de 2016 rechazaron la propuesta del aspirante a llegar a la Casa Blanca, Donald Trump, sobre prohibir la entrada a ese país de los musulmanes.

 

El gobernador republicano de Nueva Jersey, Chris Christie, señaló que los comentarios de Trump son el tipo de cosas que dice alguien sin experiencia y desconoce del tema.

 

El candidato que las encuestas colocan como segundo favorito a la nominación republicana, Ben Carson, indicó a través de un portavoz de campaña que la religión no debe ser tenida en cuenta como factor para decidir si se permite la entrada de alguien o no a la Unión Americana, pero sí defendió que se registre y monitorice a todo el mundo que entra al país.

 

El senador por Texas, Ted Cruz, aseguró que él prefiere centrar su política en la atención en “el terrorismo radical islamista”. También, el senador por Florida, Marco Rubio, criticó los comentarios ofensivos de Trump y la polarización que genera entre los estadounidenses.

 

En tanto, el exgobernador de Florida, Jeb Bush, calificó de no serias las propuestas de Trump y el senador por California del Sur, Lindsey Graham, pidió que todos los aspirantes condenen las palabras del magnate.

 

Otro republicano, el senador de Ohio, John Kasich, refirió que la propuesta “va en la línea de todo lo que dice, Trump, que divide de forma indignante y es otra razón de porqué está del todo incapacitado para dirigir EE.UU.”

 

En el lado de los demócratas también hubo reacciones por los comentarios racistas del aspirante republicano. La exsecretaria de Estado Hillary Clinton tildó de “reprobables, prejuiciosas y divisivas”.

 

Asimismo, el ex gobernador de Maryland Martin O’Malley criticó a Trump, de quien dijo se está presentado a las elecciones presidenciales “como un demagogo fascista”.

 

Tras los recientes hechos de violencia registrados en San Bernardino, California, el presidente de EUA, Barack Obama, defendió que el grupo yihadista Estado Islámico (EI) “no habla en nombre del Islam” y pidió a los estadounidenses a no confundir a los radicales con el resto de musulmanes.