El incremento en la tasa de interés referencial de la Reserva Federal de Estados Unidos (Fed) en 0.25% es un hecho después de siete años de mantenerla en mínimos históricos, coinciden especialistas del sector bancario.
Si bien el aumento de la tasa -que representa los intereses que cobran los bancos para prestarse dinero- a un rango de entre 0.25 y 0.5% implica que será más caro obtener dinero, un sondeo entre especialistas de una decena de instituciones financieras (HSBC, Bancomer, Barclays, Banamex, CI Banco, la Asociación de Bancos de México, entre otros) apunta a que el efecto de esta decisión ya fue absorbido por la mayor parte del mercado.
El comportamiento de las tasas de interés actuales ya integra el eventual incremento, aseguró Joel Virgen Riojano, subdirector de Estudios Económicos de Banamex.
La decisión de bajar las tasas de interés a mínimos históricos, como consecuencia de la crisis financiera de 2008, se utilizó como una herramienta para estimular el uso de dinero y retomar el crecimiento económico, señaló Mario Correa, economista en Jefe de Scotiabank.
“Lo que está ocurriendo con la política monetaria en Estados Unidos y varias partes del mundo es inédito. Literalmente, la Fed está inventando el camino conforme lo recorre”, comentó.
Sin embargo, para los analistas la clave del anuncio de la Fed está en el tiempo que le tomará normalizar su política monetaria para evitar que la recuperación económica pierda impulso.
“Lo que es muy importante es qué mensaje van a mandar (la Fed), porque el anuncio del aumento no es algo que tenga efecto trascendental en los mercados. Lo que sí podría traer efecto es el mensaje que envíe (Janet) Yellen de cómo van a, gradualmente, normalizar la política monetaria”, destacó Luis Robles Miaja, presidente de la Asociación de Bancos de México (ABM).
Al respecto, Joan Domene, especialista de Invex, consideró que para el año próximo sólo se espera la implementación de dos incrementos en la tasa, aunque la Fed sostendrá ocho reuniones de política monetaria.
El consenso de los especialistas apunta a que una vez que se anuncie el incremento en el indicador estadunidense, el Banco de México (Banxico) subirá la tasa referencial del país para ubicarla en 3.25%, desde 3.0% actual; esto significa que el costo de los préstamos entre los bancos se incrementaría, sin que ello implique un impacto significativo en las tasas de crédito para la población, aseguran.
Para Marco Oviedo, economista en Jefe de Barclays, México no está listo para este incremento, pues la actividad manufacturera perdió impulso de cara al cierre del año, por lo que podría existir un impacto mayor en el sector, debido a que el costo del dinero afectaría su capacidad de obtener préstamos para mantener su desarrollo.
Respecto a la agudización de la volatilidad cambiaria previa a la reunión de la Fed, que llevó al peso a perder terreno frente al dólar, los analistas auguran que esta tendencia no se agudizará al cierre de 2015 y pronosticaron que el dólar interbancario se ubicará entre 16.40 y 17 pesos al cierre de 2016.
Georgina Muñiz, analista de mercados de Intercam Casa de Bolsa, indicó que los efectos desencadenados por la especulación sobre la decisión del Comité Federal de Mercado Abierto de la Fed se diluyeron a través del tiempo.