De pasado rayado, pero con corazón felino. «Soy Tigre porque soy universitario», las palabras de Alejandro Rodríguez Miechielsen, El Inge, presidente de los Tigres y artífice del éxito en el reciente lustro. El cerebro de una inversión millonaria (el plantel actual ronda los 50 millones de dólares), un presidente con el cual los felinos han cosechado dos Ligas, una Copa MX y una Final de Copa Libertadores.

 

Hace poco más de cinco años Tigres cursaba la Liga en calidad de piltrafa. Eran las épocas de Enrique Borja en la presidencia y el fantasma del descenso corría libre por los pasillos del Volcán.

 

Cuestionado y todo, Alejandro Rodríguez asumió la presidencia en 2010. Se le cuestionó que en su pasado apareciera su presidencia con el acérrimo rival Monterrey, en los años 70. Pero El Inge respondió a golpe de talonario, fichajes millonarios y el éxito estuvo en la elección del técnico: Ricardo Ferretti. Entonces vinieron los resultados.

 

Dos campeonatos de Liga Apertura 2011 y Apertura 2015, una Final más (Apertura 2014), que perdieron con América; un torneo de Copa MX (Clausura 2014) y la Final de la Copa Libertadores de este año en la que sucumbieron ante River Plate. Cinco años para llevar a los felinos de ser un amenazado del descenso a pelear por el torneo más preciado del continente.

 

En total, Tigres ha gastado casi 136 millones de dólares en contrataciones en los últimos 10 años, pero sin duda que el rumbo de ese efectivo ha tenido dividendos muy distintos en los últimos cinco.

 

No sólo fue contratar por contratar. No por nada fue capaz de traer a la Liga a André-Pierre Gignac (seleccionado francés), repatriar a Javier Aquino y comprar a la más prometedora joya del futbol mexicano: Jürgen Damm.

 

Es el actual monarca del futbol mexicano, que de la mano de El Inge y El Tuca y a golpe de talonario, puede hacer época en el futbol mexicano, además de propiciar que los equipos, con posibilidades económicas, apuesten por romper el mercado con estrellas del futbol internacional. Mientras tanto, en la Liga MX, no hay duda: el norte manda.

 

Póker de aciertos para el título

 

Inversión. Tigres no ha escatimado a la hora de abrir la cartera para comprar jugadores. Este torneo incorporó a hombres de la talla de Javier Aquino,  Jürgen Damm y André-Pierre Gignac, éste último con un sueldo que ronda los 4 millones de euros anuales.

 

Continuidad. Ningún equipo del futbol mexicano puede presumir que su técnico ha estado con ellos cinco años. En Tigres, el proyecto con Ricardo Ferretti en el banquillo se mantiene sin importar lo que pase en la cancha.

 

Sistema. Podrán gustar o no los planteamientos de El Tuca, pero el entendimiento y aceptación que el plantel tiene para aplicarlo, está lejos de toda duda. El premio radica en los trofeos que hoy adornan las vitrinas felinas.

 

Afición. Si hay un estadio en México que pesa, sin duda, es el Universitario de Nuevo León. El Volcán vibra con su equipo sin importar la adversidad. Están acostumbrados al juego defensivo de El Tuca y son pacientes para gritar como nadie cada gol.