La entrada de divisas a México por las diferentes actividades generadoras permite acceder a recursos de inversión que potencian las actividades internas y fortalecen las reservas internacionales, destacó Consultores Internacionales S.C. (CISC).

 

La firma señala que la apertura a la globalización le ha permitido al país captar importantes flujos de divisas y el sector externo se ha consolidado como uno de los pilares del crecimiento y el desarrollo económico.

 

Apunta que las principales fuentes de recursos externos provienen de las transacciones comerciales y de las inversiones, en particular en México, desde hace décadas, la venta de recursos petroleros ha significado la más importante fuente de divisas, de acuerdo con las estadísticas de la Balanza de Pagos.

 

Sin embargo, en los últimos años, el peso de esta fuente ha disminuido, pues mientras que en 2010 y 2011 las exportaciones de mercancías petroleras representaron 12 y 14.1% de los ingresos de la cuenta corriente, para 2014 la participación se redujo a 9.4%.

 

En tanto, de enero a septiembre de 2015, tan sólo representaron 5.5%, con un total de 18 mil 739 millones de dólares, agrega la empresa de consultoría en un análisis.

 

Explica que esta reducción en los ingresos petroleros responde a la caída de los precios del petróleo de más de 50%, al pasar de un promedio de 87 dólares por barril, en 2014, a 41.66 dólares durante el tercer trimestre de 2015.

 

También a la reducción en la plataforma petrolera, que de acuerdo con la información de Petróleos Mexicanos (Pemex), ha registrado caídas continuas en los últimos 11 años, ello producto del agotamiento de los yacimientos actuales.

 

En este contexto, mientras no se empiece a explotar yacimientos en aguas profundas y no convencionales, para extraer más hidrocarburo, la producción seguirá declinando y así la entrada de divisas al país, subraya CISC.

 

Indica que la segunda fuente de divisas es la que proviene de la venta de manufacturas, ya que México ha consolidado una plataforma exportadora de manufacturas muy importante, sobre todo a raíz del Tratado de Libre Comercio de América del Norte, la cual ha mostrado un destacado ritmo de crecimiento.

 

Así, mientras que en 2010 se exportaron 245 mil 745 millones de dólares en manufacturas, para 2014 se vendieron 337 mil 296 millones de dólares.

 

Precisa que la verdadera aportación de divisas a la economía nacional provenientes de la exportación manufacturera es menor ya que se le debe restar el contenido importado, lo que representa una fuga de divisas.

 

Así, las exportaciones netas de manufacturas (restándole la importación de bienes intermedios) representaron apenas 35 mil 265 millones de dólares, es decir 7.8 por ciento de los ingresos de la cuenta corriente.

 

La consultora apunta que la tercera fuente de divisas es la Inversión Extranjera Directa (IED), la cual representa entre 5.0 y 6.0 por ciento de los ingresos del exterior.

 

Sin embargo, muchas veces los recursos provenientes por esta vía no representan inversiones nuevas que se inyecten de manera directa al sistema productivo, pues son producto de la compra de empresas ya instaladas, por lo que representan más una transacción financiera que una auténtica inversión productiva.

 

Refiere que la cuarta fuente de divisas es la derrama económica que deja el turismo internacional, sector en el cual se recibieron ingresos por 14 mil 319 millones de dólares, 3.2 por ciento de los ingresos de la cuenta corriente.

 

Otra importante fuente de divisas para el país lo representan entradas en cuentas no específicas o en errores y emisiones (cuyo origen puede ser no legal) pero que contribuyen a la cuenta corriente.

 

Asimismo, las remesas que los connacionales que trabajan fuera del país envían a sus familiares y si bien este rubro no es un sector productivo nacional, si registra un importante flujo de ingresos que han representado entre 5.0 y 6.0 por ciento de los ingresos de la cuenta corriente.

La firma destaca que durante los primeros nueve meses de 2015, los 18 mil 624 millones de dólares que ingresaron por este concepto representaron 5.7 por ciento de los ingresos externos, lo que las ubica como la tercera fuente de divisas, detrás de las exportaciones netas de manufacturas y la IED, e igualando a los ingresos por venta de recursos petroleros.

 

El problema con las remesas, acota, es que la mayor proporción se destinan a consumo, muchas veces de subsistencia, de las familias receptoras, y si bien en algunos estados como Michoacán son relativamente altas, no generan producción ni empleo, por lo que no se les puede considerar como una auténtica fuente de ingresos productivos.

 

En este contexto, subraya CISC, es necesario que se fortalezcan las políticas que induzcan a incrementar las fuentes de divisas, producto de la actividad económica nacional, en particular la industria manufacturera, el turismo y los recursos petroleros.

 

En este último aspecto, es importante que la reforma energética empiece a dar frutos incrementando la plataforma de producción, añade.

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