SEÚL/WASHINGTON. Corea del Norte anunció que probó con éxito una pequeña bomba de hidrógeno, pero expertos en armas nucleares y agencias gubernamentales de Estados Unidos expresaron dudas sobre la capacidad del aislado país para conseguir semejante avance en su arsenal.

 

La prueba, la cuarta vez en que Corea del Norte hace estallar un dispositivo nuclear, desconcertó a Corea del Sur y Japón y generó críticas de la comunidad internacional, incluyendo las de China y Rusia, los dos mayores aliados de Pyongyang.

 

El Consejo de Seguridad de la ONU impuso sanciones contra Corea del Norte tras su primer ensayo atómico en 2006 y podría ampliar las medidas.

 

El organismo comenzará a trabajar de inmediato en nuevas medidas contra Corea del Norte, dijo el embajador de Uruguay ante la ONU, Elbio Rosselli. La actividad “es una clara violación de las resoluciones del Consejo”, destacó.

 

El Servicio Geológico de Estados Unidos reportó un sismo de magnitud 5.1 que, según Corea del Sur, tuvo su epicentro a 49 kilómetros de Punggye-ri, lugar en el que Corea del Norte ya había realizado pruebas nucleares.

 

A diferencia de las tres primeras pruebas, con explosivos nucleares convencionales, el régimen afirmó haber utilizado la temida bomba termonuclear, capaz de multiplicar por millares la potencia de los explosivos lanzados sobre Hiroshima y Nagasaki en 1945.

 

La prueba fue ordenada por el joven líder Kim Jong Un y se llevó a cabo exitosamente según reportes de la agencia oficial de noticias norcoreana, KCNA.

 

“Permitan que el mundo observe al Estado fuerte, autosuficiente y con armas nucleares”, escribió Kim en lo que la televisión estatal afirmó era una nota manuscrita suya.

 

La Casa Blanca dijo que los análisis iniciales sobre la actividad norcoreana no son consistentes con las afirmaciones de Pyongyang sobre un ensayo exitoso, pero destacó que cualquier prueba nuclear es una “flagrante violación” de las resoluciones del Consejo de Seguridad.

 

Funcionarios de inteligencia surcoreanos y varios analistas pusieron en duda que la explosión fuera una prueba completa de una bomba de hidrógeno.

 

Aunque la cuarta prueba nuclear se esperaba hace tiempo, el anuncio de que se trató de un dispositivo de hidrógeno fue una sorpresa, al igual que el momento elegido para detonarlo, que garantiza que Corea del Norte será uno de los asuntos más comentados durante la campaña presidencial de Estados Unidos.

 

Corea del Norte lleva tiempo buscando el reconocimiento diplomático de Washington, pero considera la disuasión nuclear como algo clave para garantizar la supervivencia de la dictadura, que ya va en una tercera generación de líderes.