SEÚL. Corea del Sur y Estados Unidos anunciaron el despliegue de un bombardero estratégico de largo alcance estadunidense B-52 Stratofortress sobre la península coreana a raíz del test nuclear llevado a cabo por el régimen de Pyongyang, cuyo líder, Kim Jong-un, ha asegurado que los ensayos nucleares realizados por su régimen son una medida de “autodefensa” ante las provocaciones estadunidenses y surcoreanas.
En un comunicado conjunto, las fuerzas combinadas explicaron que el B-52 despegó de la base estadounidense de Andersen, en la isla Guam, y alcanzó el entorno de la base aérea de Osan, situada unos 20 kilómetros al sur de Seúl, en torno al mediodía, hora local.
El comunicado detalló que el bombardero sobrevoló Osan escoltado por dos cazas surcoreanos F-15K y dos cazas estadounidenses F-16.
Esta prueba de fuerza constituye la segunda respuesta adoptada tras el ensayo nuclear de Pyongyang por parte de Seúl después de que el viernes decidiera reactivar sus emisiones de propaganda en la frontera intercoreana.
La última vez que las tropas surcoreanas encendieron estos altavoces que radian mensajes en contra del régimen de Kim Jong-un el pasado mes de agosto, las dos Coreas acabaron intercambiando fuego de artillería en la frontera.
Los dos países permanecen técnicamente en guerra, ya que el conflicto que los enfrentó entre 1950 y 1953 acabó con un alto el fuego en vez de un tratado de paz.
El aquel conflicto, Estados Unidos lideró un contingente de la ONU que intervino para defender a Seúl, y desde entonces mantiene al sur del paralelo 38 un contingente de 28 mil 500 hombres para defender a su aliado.
El miércoles pasado, Pyongyang anunció que había realizado su cuarta prueba atómica subterránea y que por primera vez había hecho estallar bajo tierra una bomba de hidrógeno.
Este artefacto sería más poderoso que los detonados por Corea del Norte en sus ensayos de 2006, 2009 y 2013, aunque los expertos dudan de que el régimen Juché haya podido desarrollar una bomba H con base en el alcance que tuvo la explosión y consideran que probablemente se trate en realidad de un arma de fisión potenciada.
En cualquier caso, la última maniobra de Pyongyang ha deparado la condena de buena parte de la comunidad internacional y motivado que el Consejo de Seguridad de la ONU estudie nuevas sanciones para el régimen de Kim Jong-un además de incrementar la tensión en la península coreana.