PYONGYANG. El régimen de Corea del Norte aseguró que el ensayo nuclear que llevó a cabo la semana pasada no tenía como objetivo ni “amenazar” ni “provocar” a nadie, aunque reconoció que buscaba en parte hacer frente a la hostilidad de Estados Unidos.
“La prueba no tuvo como objetivo ni amenazar ni provocar a nadie. Formó parte del proceso indispensable (…) para conseguir de manera simultánea el desarrollo económico y hacer frente a la cada vez menos disimulada política de provocación de Estados Unidos”, recogió en un comentario la agencia estatal KCNA.
El despacho asegura que la noticia del “éxito” del ensayo de la primera bomba de hidrógeno del país ha “conmocionado al mundo” y que se puede afirmar con “dignidad” que los físicos nucleares de Corea del Norte han conseguido “alcanzar un nuevo nivel”.
La agencia estatal sostiene además que ello “ha ayudado a la República Popular Democrática de Corea (RPDC) a estar plenamente armada con bombas H más pequeñas y estandarizadas para cohetes balísticos capaces de hacer lanzamientos de cualquier tipo desde tierra, mar y aire sin limitación”.
El líder norcoreano Kim Jong-un felicitó a los científicos y técnicos nucleares involucrados en la prueba con una bomba de hidrógenoy con ello “haber glorificado” a sus dos predecesores: su fallecido padre Kim Jong Il y su abuelo, el fundador del Estado, Kim Il Sung.
KCNA repora que Jon-un se reunió con los científicos nucleares el lunes y les pidió seguir trabajando para avanzar de forma “ininterrumpida e innovadora con la misma vitalidad y vigor que les ha permitido alcanzar el éxito en la primera prueba de la bomba de hidrógeno”.
El pasado miércoles Pyongyang anunció que había realizado su cuarta prueba atómica subterránea y que por primera vez había hecho estallar bajo tierra una bomba de hidrógeno.
Este artefacto sería más poderoso que los detonados por Corea del Norte en sus ensayos de 2006, 2009 y 2013, aunque los expertos dudan que el régimen Juché haya podido desarrollar una bomba H teniendo en cuenta al alcance que tuvo la explosión y consideran que probablemente se trate de un arma de fisión potenciada.
En cualquier caso, la última maniobra del régimen de Pyongyang consiguió incrementar la tensión en la península coreana y desató una rotunda condena de la comunidad internacional. (Con información de EFE y Notimex)