A pesar de que algunos analistas habían pronosticado que el candidato de la discordia, perdón de unidad, del PRI a la gubernatura de Sinaloa sería Quirino Ordaz Coppel, quien ni siquiera aparecía en las encuestas, la mayoría de los aspirantes del tricolor y varios personajes de la sociedad sinaloense se quedaron perplejos el sábado, cuando se enteraron que efectivamente aquél fue el elegido por el  líder para que trate de recuperar la plaza.

 

Según el comunicado oficial, por decisión unánime de los sectores y organizaciones del Partido Revolucionario Institucional, el actual diputado federal tiene el perfil más adecuado en el presente contexto para sumar voluntades y encabezar una campaña para recuperar el gobierno del estado el próximo 5 de junio. Pero los primeros en cuestionar “la decisión unánime, el perfil, las cualidades” y otras cosas bonitas de Quirino, fueron varios de los firmantes del “Acuerdo de Unidad por el Futuro de Sinaloa”, quienes no se explican cómo un personaje que hasta hace cuatro semanas no figuraba para ese puesto, pudo haber sido el elegido.

 

Tal vez los perplejos e ingenuos pensaron que la imposición de candidatos era cosa del viejo PRI del siglo XX, que el sector empresarial ya no contaba a la hora de la designación, que los resultados de las encuestas serían tomados en cuenta; que se habían acabado las componendas, etcétera. No quisieron reconocer que “poderoso caballero sigue siendo don dinero”, y que los parientes ricos de Quirino Ordaz presumían desde hace varios meses que ellos iban a poner al candidato, y cumplieron.

 

En los próximos días comprobaremos si los firmantes del acuerdo de unidad realmente eran como los muéganos o si nada más lo dijeron de “dientes para afuera”. Hay quienes afirman que Heriberto Galindo Quiñones y Gerardo Vargas serán los primeros en cuestionar públicamente la candidatura de Quirino Ordaz, y que Vargas podría amenazar con “irse por la libre”, con lo que en las elecciones del próximo 5 de junio en Sinaloa podríamos ver la segunda edición del “Malovazo” de hace seis años.

 

¡Hagan su juego, señores!

 

Agenda previa

 

En el medio financiero circula la versión de que Agroasemex, una de las instituciones de la llamada “banca del subdesarrollo”, está al borde de la insolvencia, por lo que su director, Alberto Canseco, en un intento desesperado por “salvar el pellejo”, propuso que se vendieran seguros de vida a los productores agropecuarios, muchos de los cuales no tienen ni en qué “caerse muertos”. ¡De cuál fumó!, exclaman algunos agroyuppies, quienes le recuerdan que hace varios añitos el gobierno federal tuvo que vender Aseguradora Hidalgo porque los seguros de vida no eran su campo.

 

Pero dice el dicho que “la culpa no es del indio sino de quien lo hizo compadre”, y en el caso de Agroasemex y de Alberto Canseco no se explican por qué la Secretaría de Hacienda se resiste a aplicarles los santos óleos.

 

Ya que nos referimos a la “banca del subdesarrollo”, a finales del año pasado la Secretaría de Agricultura prometió que iban a empezar a tapar el “agujero financiero” de siete mil 500 millones de pesos que en ASERCA dejó Baltazar Hinojosa, aspirante a la gubernatura de Tamaulipas, cantidad que adeudan a los productores de granos. Pero hasta la fecha, éstos no han recibido ni un quinto… ni lo recibirán en las próximas semanas, afirman los escépticos, porque no hay lana.

 

Y por qué no le quitan a la Dirección de Promoción Comercial de ASERCA los 250 millones de pesos que tiene como presupuesto y que nadie sabe bien a bien en qué se utilizan y se los dan a los campesinos, sugieren algunos agroyuppies. Pues es que la directora, Marlen Rubio D’Arce, tiene “vara alta”, tan alta que ocupa el cargo desde la época de Felipe Calderón, y ni Enrique Martínez, ni Marcos Bucio, quien fue el verdadero secretario de Agricultura en los tres primeros años de esta administración, y mucho menos José Calzada Rovirosa y Alejandro Vázquez Salido, director de ASERCA, se quieren meter con ella, afirman los malosos. ¡Pues ni que fuera la Paty Flo de la Sagarpa!

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