Cuando BMW presentó la moto S 1000 RR en 2009 no sabían el éxito que tendría, ya que rápidamente se posicionó como un referente de las motos japonesas. Además, llegó con una carga tecnológica que hizo “sencillo” su manejo, logrando que una nueva generación de usuarios la adquiriera.
BMW S 1000 RR ha evolucionado en el aspecto tecnológico y afinó sus sistemas, además de incrementar la potencia hasta los 199 hp y un torque de 113 Nm, extraídos de un motor de cuatro cilindros de 999 cc. Destaca el peso de 204 kg, y estos números permiten una velocidad por arriba de los 250 km/hr y una aceleración a los 100 km/hr en 3.1 segundos.
El manejo es completamente sensorial, y si bien cuenta con mucha electrónica, permite con sus modos de manejo (Rain, Sport y Race) cambiar totalmente los valores de la moto, por ejemplo en Rain (que podría usarse también para la ciudad), limita la potencia a los 150 hp, y los controles de tracción y la entrega del acelerador son suaves.
Los modos Sport y Race liberan los 44 hp restantes, además de reducir las ayudas electrónicas, y aquí donde la aceleración es contundente y nos obliga de inmediato a adoptar la postura de manejo aerodinámica. Para manejar a mayor velocidad, nuestro cuerpo se debe convertir en parte del movimiento aumentando la emoción.
Una moto súper deportiva no cómoda en la ciudad, pero los modos de manejo de esta S 1000 RR la hacen “llevadera”, además sirve para brindar confianza a los pilotos que apenas llegan a estos segmentos de moto. Un punto a destacar es que, como equipo opcional, cuenta con el paquete Pro con dos modos extra de manejo, siendo uno de ellos destinado a la pista, donde no existen controles algunos o permite frenos ABS variables.