ABUJA. Decenas de residentes de las localidades de Dalori y Walori, en el noreste de Nigeria, entre ellos muchos niños, fueron asesinadas por militantes del grupo islamista Boko Haram, informaron hoy fuentes oficiales.

 

“Presuntos terroristas de Boko Haram mataron a decenas de civiles, hasta 100 personas, en Dalori, a unos cuatro kilómetros de Maiduguri, capital del norteño estado de Borno”, informó el coronel Mustapha Anka, portavoz del Ejército nigeriano en la ciudad.

 

En un comunicado, el militar destacó que las tropas nigerianas estaban luchando este domingo contra presuntos terroristas de Boko Haram, que tomaron por la fuerza las dos localidades, según un reporte de la edición electrónica del diario The Guardian Nigeria.

 

Sobrevivientes de la masacre indicaron que militantes del grupo islamista irrumpieron la víspera en Dailori disparando de forma indiscriminada y quemando a su paso varias viviendas, donde dormían familias enteras y horas después atacaron Walori.

 

“Los militantes lanzaron bombas incendiarias y mataron a tiros a muchos aldeanos”, indicó un sobreviviente, tras afirmar que escuchó los gritos de muchos niños, que fueron quemados vivos, mientas que él y su familia lograron huir y esconderse en medio de la obscuridad.

 

De acuerdo con el sobreviviente, decenas de cadáveres carbonizados y personas con heridas cubrían las calles después del ataque en la aldea Dalori, que se prolongó durante unas cuatro horas, tiempo en el que se escondió entre los árboles.

 

“Varios miembros de mi familia fueron asesinados o heridos”, indicó el hombre, quien junto con otros sobrevivientes logró llegar hasta Maiduguri y denunciar lo sucedido ante las autoridades.

 

Algunos estudiantes de la Universidad de Maiduguri narraron por su parte que varias explosiones se escucharon durante la madrugada de este domingo en dirección a Dailori, así como varios rondas de disparos, que generaron pánico entre los universitarios.

 

La violencia se prolongó a la vecina aldea de Gamori, donde tres mujeres suicidas se inmolaron, provocando múltiples muertes, de acuerdo a un soldado, que habló en calidad de anonimato porque no estaba autorizado a dar datos a los periodistas.

 

La cifra total de muertos se desconoce por ahora, ya que aún los cuerpos no han sido recogidos, debido a que los insurgentes siguen presentes, según Abba Shehu, un guardia de seguridad que ayuda en la labor de recoger a los muertos.

 

El estado de Borno, junto con los vecinos Yobe y Adamawa, han sido los más afectados por la sangrienta campaña del grupo islamista Boko Haram, que se ha intensificado desde la llegada al poder del presidente Muhammudu Buhari, en mayo pasado.

 

Boko Haram, que en lengua husa significa “la educación occidental es un pecado”, ha aterrorizado a la población del norte de Nigeria desde 2009, perpetrando ataques contra la policía, escuelas, iglesias y civiles, además de bombardear varios edificios del gobierno y secuestrar a civiles.

 

Se calcula que más de 17 mil personas han muerto, la mayoría civiles, y más de 2.5 millones han abandonado sus hogares a consecuencia de la violenta lucha del grupo extremista para tratar de imponer un estado islamista en el norte de Nigeria así como la Sharia (ley islámica).