BARCELONA. Tras la victoria de este domingo ante el Celta (6-1), el Barcelona aumentó en 30 su racha de partidos sin conocer la derrota antes de afrontar seis días en los que tiene dos desplazamientos consecutivos, en Gijón y Las Palmas, que le pueden servir para dar un paso importante en sus aspiraciones ligueras.
Treinta partidos en los que han anotado 93 goles y han recibido tan sólo 16 dianas, registros que les ha permitido alzar el Mundial de Clubes, asentarse en el liderato de la Liga, clasificarse para los octavos de final de la máxima competición europea e imprimir el billete a la final copera.
Durante el encuentro, Leo Messi se vistió de Johan Cruyff en un partido que será recordado por el penalti indirecto con el que el argentino emuló al holandés y también por los tres tantos de Luis Suárez, que se dispara al frente de la tabla de goleadores.
FUTBOL FANTASY. pic.twitter.com/dnPttvGcJL
— Michelangelo (@casihipster) febrero 14, 2016
El tanto de penalti es similar al que consiguió Cruyff en 1982, cuando con la complicidad de Jesper Olsen creó esa manera de lanzar un penalti ante el Helmond Sport (5-12-1982). Hoy Messi hizo de Cruyff y Suárez de Olsen, aunque el uruguayo no le devolvió el balón a Messi, sino que remató a puerta. El Barça sigue líder después de una portentosa actuación en la segunda mitad, en la que descerrajó a un buen Celta que aguantó el tipo hasta el descanso (1-1), pero que levantó bandera blanca ante el juego de los azulgranas, especialmente de su gran estrella Leo Messi, autor de un gol y que intervino en otros tres.
La mejor toma que verán del GOLAZO de tiro libre de Lionel Messi. pic.twitter.com/aiVrqbIpq8 — Juez Central (@Juezcentral) febrero 14, 2016
El partido duró hasta que Messi quiso y eso que en la primera mitad el Barça jugó con fuego ante el desparpajo del Celta, que no notó ni las bajas ni el cansancio acumulado por el partido copero ante el Sevilla.
Bien situado sobre el terreno de juego, con los papeles bien repartidos, el equipo de Berizzo puso en jaque a los azulgranas, que hoy no estaban tan precisos en el juego como en otros partidos.
Y eso que Luis Enrique puso a un equipo de gala y llegaba al encuentro descansado, después de que buena parte de titulares se ahorraran el viaje y el partido a Valencia.
Sabía el Celta a lo que jugaba y el Barça no encontraba la forma de hincarle el diente al equipo gallego que, además, tuvo las primeras ocasiones para ponerse por delante en el marcador.
De hecho, Josep Señé tuvo la primera a los 7 minutos en la primera indecisión de la defensa local, que no tuvo hoy su mejor día. Al Barça le sobraban argumentos, pero le faltaba precisión, sobre todo cuando su trío de delanteros jugaba en alguna transición.
Con Busquets desaparecido, toda la creación pasaba por Andrés Iniesta y la posibilidad de marcar se fiaba a alguna arrancada de Neymar o alguna acción de calidad de Leo Messi, porque Luis Suárez, muy luchador, estuvo desaparecido 45 minutos.
Pese a la buena disposición del Celta y la falta de ajuste fino del Barça, los azulgranas tuvieron tres ocasiones antes del cuarto de hora para ponerse por delante, pero ni Messi en un lanzamiento de falta (min. 12) ni Neymar, en una extraordinaria acción de Iniesta en el minuto 15 resuelta por una gran intervención de Sergio, ni de nuevo el argentino en el 18 pudieron concretar.
Bravo también tuvo su incidencia en que el marcador se mantuviera inalterable, tras detener un disparo de Planas en una acción iniciada por Guidetti en el minuto 25.
Cuando Messi marcó el 1-0, tras un maravilloso tiro directo, el camino de la victoria parecía trazado para los locales (min.28), pero no fue así. El Celta siguió creyendo en su juego y Beauvue puso de nuevo a prueba a Bravo con una volea a doce minutos del descanso.
En una acción aparentemente sin peligro, Guidetti igualó el partido. Alba no estuvo atento en el despeje y derribó al delantero celeste, que empató desde el punto de penalti (1-1, m.39).
Todo cambió en los segundos 45 minutos. Salió el Barça del vestuario con una marcha más y pudo marcar en el primer minuto después de una ‘delicatessen’ de Neymar que acabó con un remate de Suárez al poste. Cambió la velocidad de circulación de balón y las estrellas azulgranas aparecieron más.
Ante eso, el Celta no le quedó más remedio que claudicar, acumular jugadores más cerca de su área y encomendarse a su meta Sergio, que salvó a su equipo en un par de buenas ocasiones, como en un disparo de Iniesta en el minuto 56.
El asedio azulgrana tuvo premio poco después. Leo Messi habilitó a Luis Suárez con un pase de genio por encima de la defensa, el uruguayo remató a bote pronto y puso el balón lejos del alcance de Sergio (2-1, min.58), pero el Barça se relajó durante unos minutos y permitió al Celta meterse de nuevo en el partido.
Los de Berizzo avisaron en dos ocasiones, ambas por medio de Wass, y el Barça volvió a despertar, lo hizo a lo grande y con Leo Messi en plan maestro.
El argentino sirvió a Neymar en el 75 y Luis Suárez remachó a la red el 3-1. El cuarto de hora final fue un festival del argentino. Provocó un penalti y en su lanzamiento regaló uno de los momentos que se recordarán en la historia del fútbol.
En el minuto 81 se situó frente a Sergio y en vez de rematar a puerta hizo un pase adelantado. Luis Suárez entró desde atrás y marcó el 4-1.
Era el triplete del uruguayo pero no el último gol del partido. Antes del final, el uruguayo regaló dos goles, uno a Rakitic (5-1, min.85) y otro a Neymar (6-1, min.90), ambos resueltos con sendas vaselinas por encima del meta Sergio.
El Barça sigue solo arriba, con tres puntos más que el Atlético de Madrid y cuatro por encima del Real Madrid, y tiene el miércoles la posibilidad de incrementar en tres puntos más su diferencia, ya que jugará un partido atrasado en El Molinón.