Andrés Manuel López Obrador ofreció a la iglesia católica dejar atrás el clima de confrontación en aras de lograr la reconciliación nacional.

 

Durante su participación en el marco de la Asamblea plenaria del Episcopado mexicano, en la cual participaron 130 obispos, López Obrador presentó a su esposa Beatriz Gutiérrez Müller como la representante oficial de su campaña con las iglesias.

 

También comentó que la reciente visita del papa Benedicto XVI representó una oportunidad única para dejar atrás las diferencias entre la izquierda y el clero, de acuerdo con testimonios de algunas personas presentes durante la reunión a puerta cerrada.

 

“Les dije con mucha claridad que es fácil ganarse el aplauso de un grupo o de otro pero que yo lo que quiero es lograr la reconciliación y que haya armonía”, dijo.

 

Agregó que en temas polémicos como el matrimonio entre homosexuales y la despenalización del aborto realizará una consulta popular para de decidir sobre temas polémicos que puedan dividir a la sociedad.

 

Aseguró que los obispos fueron muy respetuosos al escuchar su postura en torno a la necesidad de respetar el Estado laico y construir un ambiente de diálogo entre los diversos sectores sociales, aún a pesar de las diferencias ideológicas que pudieran tener.

 

Cuando se le preguntó su opinión sobre el papel que jugara la iglesia católica durante el actual proceso electoral, el candidato presidencial de las izquierdas optó por evadir los cuestionamientos para no entrar en polémicas.

 

Horas antes, López Obrador se reunió con el presidente español Mariano Rajoy, para hablar brevemente sobre la crisis económica mundial y temas como el combate a la inseguridad.

 

Sin embargo, negó tajante haber hablado sobre la expropiación de la petrolera española Repsol en Argentina, tras reafirmar su postura de no intervenir en problemas de otros países para no ser “candil de la calle y oscuridad de la casa”.

 

Por la mañana se reunió con empresarios veracruzanos afiliados a la Coparmex, en la cual aseguró que los poderes fácticos han detenido el desarrollo del país al infiltrar el Congreso, por lo cual, se comprometió a terminar con la corrupción imperante en todos los niveles de gobierno.

 

López Obrador calificó la reunión, que duró media hora, como diplomática y respetuosa y en la que hubo “una buena platica”.

 

“Platicamos con diplomacia porque eso es a veces lo que hace falta. Cuando hay diferencias lo mejor es una buena dosis de respeto y diplomacia”, comentó.

 

En compañía de Jorge Eduardo Navarrete y Héctor Vasconcelos, a quienes consideraría en su gabinete de lograr el triunfo en los comicios de julio próximo, López Obrador dijo que en su encuentro no profundizaron sobre la problemática de ambos países.