ROMA.- Silvio Berlusconi es acusado por la fiscalía de Bari (sur) de haber inducido al empresario Giampaolo Tarantini a mentir a la autoridad judicial en el caso del giro de prostitutas llevadas a sus fiestas, informó hoy la prensa local.
La nueva imputación contra Il Cavaliere salió a la luz tras el arresto, el lunes pasado en Roma, del empresario Valter Lavitola, cómplice de Tarantini.
Lavitola es también acusado, entre otras cosas, de extorsionar a Berlusconi y de sobornar al presidente de Panamá, Ricardo Martinelli, en su calidad de intermediario de empresas que buscaban obtener concesiones públicas en el país centroamericano.
Según la nueva acusación, Berlusconi, en complicidad con Lavitola, habría inducido a Tarantini “a mentir o a no realizar declaraciones a los fiscales de Bari encargados del caso sobre el giro de prostitutas” en las casas del ex premier.
Il Cavaliere habría pagado al menos 800 mil euros a Tarantini para comprar su silencio, pero de acuerdo con este último, se habría tratado de “beneficencia” a su favor por parte del ex primer ministro.
El diario Libero aseguró que en caso de ser encontrado culpable, Berlusconi podría ser condenado a entre dos y 6 años de reclusión.
Inicialmente Berlusconi aparecía como parte lesa en el caso, pues Tarantini y Lavitola lo habrían extorsionado para no hacer del conocimiento público que pagaba a mujeres a cambio de sexo.
Pero según la fiscalía de Bari, que ordenó unas 100 mil interceptaciones telefónicas a los acusados, en realidad Tarantini, un empresario de la construcción, evitaba a toda costa involucrar a Il Cavaliere.
Para los magistrados, el empresario de la construcción (que fue arrestado el año pasado al lado de su esposa) habría callado “convencido de la promesa de parte del premier (Berlusconi) de encargarse de su situación (económica)”.
La víspera, Lavitola fue interrogado por más de siete horas en relación a los cinco millones de euros que (según declaró su hermana a los magistrados) habría pretendido de Berlusconi a cambio de su silencio.