En un espacio de expresión escénica independiente ubicado en la calle Londres de la colonia Juárez en la Ciudad de México, se dan indicaciones, se corrigen los trazos escénicos y se pone a prueba la memoria del elenco. Desde las butacas, el director y dramaturgo supervisa el ensayo del montaje Veratrum, un texto original que toma como punto de partida una novela de Virginia Cleo Andrews y que está para el público desde este viernes.
Ellos -actores y director- se disponen a platicar con El Fanzine de este proyecto.
El grupo de histriones se reunió por iniciativa de la actriz y , en este caso, productora Pamela Fink, quien explica que originalmente la intención era montar una versión de Flores en el ático de Andrews. El proyecto tomó su curso y se decidió conservar los tres temas principales del relato en una versión original: la locura, el clasismo y el incesto.
Para esta empresa, se convocó al director y dramaturgo Eduardo Castañeda, quien comparte: “me pareció mucho más rico y más interesante que los actores fueran los verdaderos detonadores”. De esta manera, las inquietudes de los integrantes del elenco, también formaron parte de la creación de este texto ambientado en los años 70, donde se cuenta la historia de Sara, una joven que se encuentra en un hospital psiquiátrico tras un hecho tortuoso en su vida relacionado con su Padre, un importante empresario de la industria siderúrgica. Bajo esta premisa, los temas latentes, el poder, la impunidad, la discriminación aparecen a lo largo de la trama.
“Hay una reminiscencia respecto a cuántos crímenes, asesinatos, incestos; no hay dentro de las familias más poderosas de México”. Reflexiona el director en este montaje donde también busca tomar una distancia temporal pues cree que en el presente perdemos la capacidad de juicio, está demasiado cerca para verlo. “Entender nuestro presente a partir del pasado”, puntualiza.
La obra, debe su nombre a una flor de hojas blancas y raíces oscuras. Su aspecto es muy atractivo, sin embargo es letal debido a propiedades venenosas.
Para los actores Marcus Ornelas y Daniel Pinte, el tema del incesto fue lo que los enganchó y motivó a participar en esta puesta. En sus palabras, el tema está tratado con naturalidad lejos del morbo y el tabú alrededor de la palabra. Mientras que para Alejandra Lemus, la otra integrante del elenco, el proyecto se caracteriza por una importante participación de los actores en el proceso creativo: “se tomó en cuenta los intereses de los personajes”, explica.
Minimalista en su propuesta escenográfica y realista en su propuesta actoral, esta obra estrena como un proyecto de autogestión, donde los mismos integrantes del elenco plasmas y exploran sus inquietudes artísticas.
Veratrum, original de Eduardo Castañeda, se presentará hasta el 18 de marzo en Foro 37, ubicado en Londres 37, colonia Juárez, Ciudad de México.