Más de 20 mil personas en México requieren un órgano o tejido para seguir existiendo o tener una mejor calidad de vida, señaló Eduardo E. Montalvo Javé, académico del Departamento de Cirugía de la Facultad de Medicina (FM) de la UNAM.

 

En el marco del Día Mundial del Transplante, el especialista en cirugía y trasplantes detalló que unas 12 mil personas esperan un riñón, siete mil 500 una córnea y el resto un hígado, corazón, páncreas y pulmón, o una combinación unos de esos órganos.

 

En los dos primeros casos el tiempo promedio de espera es de entre 24 y 30 meses, mientras que en los otros órganos suelen ser más prolongados, señaló el experto.

 

En un comunicado destacó que ha mejorado en el país la cultura de la donación de órganos y tejidos, incluso existen disposiciones legales que regulan esos procesos.

 

 

Persisten barreas socioculturales

 

 

Sin embargo, dijo, persisten en la población ciertas barreras socioculturales que limitan su consentimiento.

 

Montalvo Javé comentó que en ocasiones una persona en vida acepta donar sus órganos, pero al fallecer la decisión final corresponde a la familia. Ahí es donde surge cierto rechazo o resistencia, sobre todo por la circunstancia en que pudo darse el deceso del donador.

 

El también coordinador de Investigación de la entidad universitaria externó que el país se ubica en el lugar número 42 de 84 en cuanto a la práctica de donación de órganos, y hasta 2012 el promedio fue de tres donadores por cada millón de habitantes.

 

Todo paciente que requiere o desea donar un órgano dispone de más información en el sector salud y la posibilidad de ingresar a la lista de espera para recibir un órgano de donante vivo o fallecido.

 

El doctor en Ciencias Biomédicas resaltó que el país se ubica en el lugar número 42 de 84 en cuanto a la práctica de donación de órganos, y hasta 2012 el promedio fue de tres donadores por cada millón de habitantes.

 

Todo paciente que requiere o desea donar un órgano dispone de mayor información en el sector salud y la posibilidad de ingresar a la lista de espera para recibir uno de donante vivo o fallecido.

 

Personas de todas las edades son donadores o receptores de órganos y tejidos, pero en México ha sido complejo obtener estadísticas que den cuenta por grupo etario.

 

En los últimos tres años (2013-2015), la Ciudad de México, el Estado de México y Nuevo León fueron las entidades con más número de trasplantes de córneas, 55% se realizaron en pacientes de instituciones privadas, 24% del Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS) y 21% en entidades públicas.

 

En cuanto al trasplante de riñón, 58% de donaciones se hicieron en el IMSS, 27% en instituciones públicas y 15% en el sector privado. La Ciudad de México, Jalisco y Guanajuato registraron la mayor parte de las donaciones procedentes de individuos vivos.

 

En el caso del hígado, la mayor parte provino de donantes fallecidos. Una proporción importante de los procedimientos quirúrgicos de este tipo se practicaron en la capital del país, Nuevo León y Jalisco, 45% en hospitales públicos, 28% en instituciones privadas y 27% en el IMSS.

 

Los trasplantes de corazón se efectuaron en la ciudad capital, Nuevo León y Sinaloa. De ellos, 75% fueron en el IMSS, 18% en hospitales públicos y siete por ciento en instituciones privadas.

 

El universitario consideró que para incrementar la cultura de donación de órganos es necesario impulsar programas educativos, talleres y conferencias dirigidos a los profesionales de la salud, que incluyan aspectos conceptuales, clínicos, éticos y sociales de la muerte encefálica, la donación y los trasplantes de órganos.

 

Además, continuar y fomentar el trabajo multidisciplinario en institutos y centros hospitalarios para el proceso de donación de órganos, así como realizar esos procedimientos con mayor frecuencia para brindar una nueva vida al paciente que lo requiera.

 

“Sin duda, el apoyo y colaboración del sector salud e instituciones privadas es fundamental”, destacó.