Si alguien tenía duda de que la elección para gobernador de Veracruz el próximo 5 de junio la ganará la “famiglia”  Yunes – cuyos integrantes se repartirán el negocio, perdón el estado--, la  semana pasada tanto el candidato del PRI, Héctor Yunes Landa, como el de la alianza PAN-PRD, Miguel Ángel Yunes, parecieron unirse para “poner de patitas en la calle” al actual gobernador César Duarte, incluso antes de esa fecha.

 

Aprovechando  las observaciones de la Auditoría Superior de la  Federación al Gobierno de Veracruz en la cuenta pública del 2014  -- por no comprobar a entera satisfacción algunos gastos, inversiones, contratos de obra pública… que suman varios cientos de millones de pesos--,  Yunes Landa pidió al órgano fiscalizador que  interponga denuncias penales para deslindar responsabilidades.  Lo que dice la ASF “nos lastima como estado, pero los veracruzanos no somos corruptos, tenemos, lamentablemente, un gobierno  que ha equivocado su manera de conducirse  y sobre todo su manera de aplicar los recursos…es mucho dinero y no vemos obra pública, y en la chequera de la secretaria de Finanzas tampoco ésta…”, reclamó el candidato del “tri”.

 

Héctor, a quien el año pasado el gobernador Duarte le regaló una caña de pescar para que atrapara a los “peces gordos” de la “famiglia” Yunes, prácticamente afirmó que si gana la gubernatura va a utilizar ese instrumento pero para atrapar al hoy gobernador, quien más que pez parece otra cosa. “Voy a meter a la cárcel a todo aquel que haya cometido un delito, tenga el cargo que sea, gobernador, diputado, alcalde…”,  advirtió.  ¡Eso dicen todos! Le gritaron  sus paisanos, a quienes prácticamente respondió: “No basta un castigo ejemplar para quien desvió recursos, se tiene que devolver el dinero… que los funcionarios aprendan la lección. No sólo que se les prive de libertad, sino que se les prive de las propiedades y del dinero que sustrajeron  de manera irregular al erario público”, planteó.  ¡Pues de lengua nos comemos varios tacos! Le insistieron.

 

Resulta obvio suponer, apuntan los observadores políticos, que con esta agresiva  campaña política en  contra del gobernador de su propio partido, Héctor  está apoyando conciente o inconcientemente  a su pariente Miguel Ángel, quien también se ha dedicado a “darle hasta por debajo de la lengua”  al mandatario estatal y no al candidato del PRI, quien es el enemigo a vencer.

 

¡Ay  Fidel Herrera, cuánta falta nos haces para “desapendejarnos”! Le gritan los priistas, quienes recuerdan aquella confesión que hizo el  ex gobernador de ese estado, y actual cónsul de México en Barcelona, cuando eligieron a Duarte como candidato a gobernador: “Lo estoy desapendejando”.  El problema de traer a Fidel, acotan sus detractores del PRI, es que si le piden el favorcito va a cobrar muy caro, y  no garantizaría que ganara el  candidato del  tricolor.  En una de esas es capaz de apoyar a Miguel Ángel, y también saldría ganando.  Bueno, Héctor Yunes  está haciendo lo mismo, apoyando a  su pariente para que gane, y es de “gorrita café”, agregan.  ¡Eso creen! Exclaman los malosos del partido.

 

Agenda previa

 

El presidente del PRI, Manlio Fabio Beltrones, hizo un llamado enérgico a las autoridades competentes (Economía, Agricultura, Procuraduría Federal del Consumidor, Comisión Federal de Competencia Económica), para que expliquen a las amas de casas de los hogares más fregados las razones por las que han aumentado injustificablemente los precios de la tortilla, del pan, del azúcar. “Ninguna razón económica y menos el precio del dólar o de la electricidad, justifican estas alzas que oscilan entre 11 y 18 pesos en el caso de la tortilla de maíz, y de siete y seis pesos en el precio del pan”, afirmó Beltrones, quien pidió se aplique una política de precios máximos al costo de la tortilla y el pan, y se apliquen las sanciones correspondientes a  productores, comercializadores o expendedores de estos productos.

 

Cuando el precio de la tortilla era político, no había que andarle sugiriendo a las mencionadas autoridades que pusieran orden. ¡Metían a la cárcel a los especuladores, y ya! Recuerdan los observadores.

 

(Aviso a los lectores: Desde hoy, esta columna se publicará lunes, miércoles y viernes.)

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