MADRID. El líder socialista español, Pedro Sánchez, presentó en el Parlamento su candidatura a la Presidencia del gobierno con una batería de reformas que tienen un marcado eje social y consciente de la importancia del diálogo para superar la escasez de sus apoyos.

 

Las elecciones legislativas del 20 de diciembre dieron ganador al PP (centroderecha, con 123 escaños), por delante del PSOE (con 90), Podemos (izquierda, 69) y Ciudadanos (liberales, 40) en un Congreso con 350 escaños en la que la mayoría absoluta está fijada en 176.

 

La semana pasada Sánchez suscribió parte del acuerdo con Ciudadanos, el cual incluye doscientas medidas reformistas que desmontan gran parte del andamiaje levantado en los últimos cuatro años por el PP, pero los 130 votos que suman ambos partidos son insuficientes para gobernar.

 

Tanto el PP como Podemos rechazan apoyar la investidura de Sánchez, que tiene difícil ser elegido tanto mañana como en la segunda votación, el viernes próximo.

 

Consciente de que el voto de izquierdas se reparte entre el PSOE y Podemos, Sánchez desgranó algunas medidas que pueden ser del gusto de ese segmento del electorado.

 

Es el caso de la aprobación de un Ingreso Mínimo Vital para atender la situación de 750 mil hogares españoles que carecen de todo ingreso, del restablecimiento inmediato de la universalidad de la cobertura del Sistema Nacional de Salud, de la limitación de mandatos del presidente del gobierno o la prohibición del indulto en delitos vinculados con la corrupción y la violencia machista.

 

Asimismo, Sánchez quiere un nuevo marco de relación con la Iglesia Católica que garantice la laicidad del Estado y, respecto al problema suscitado por los independentistas catalanes, se ofreció a dialogar acerca de sus peticiones, incluida la financiación.

 

En materia social garantizó que llevará al Parlamento una ley para la Muerte Digna y que impulsará medidas para equiparar el salario de hombres y mujeres (el de ellas es un 34% más bajo en España).

 

Sánchez tampoco descuidó los más de siete millones de votantes del PP en los comicios de diciembre ni el hecho de que este partido es necesario cuando se trata de reformar la Constitución, en ámbitos como avanzar hacia un estado federal.

 

Este miércoles tendrá lugar la intervención de los portavoces de los grupos, con réplicas de Sánchez, y al final de la jornada se votará sobre la candidatura del socialista, que tiene escasas posibilidades de salir adelante.

 

Así se desprende de las reacciones al discurso, entre las que el portavoz del PP en el Congreso Rafael Hernando, dijo a los periodistas que la intervención de Sánchez es la “culminación de un fraude cuando no un burdo timo o engaño”, porque no tiene mayoría a su favor.

 

Para el PP lo que ha hecho el líder socialista es “un mitin electoral de una campaña en la que él está comprometido”, en alusión a que si en dos meses no se ha elegido Gobierno habrá nuevos comicios.

 

Por su parte, el líder de Podemos, Pablo Iglesias, calificó de “decepcionante” el discurso de Pedro Sánchez, sus propuestas y su defensa del pacto con Ciudadanos, que ha dicho que le saben a “más de lo mismo” y no a “autenticidad”.