WASHINGTON. Como advertía ayer el diario The Washington Post, la "ventana" para evitar una candidatura presidencial de Trump "se cerró casi completamente" con las victorias del magnate en siete de los once estados en juego y, además, el partido no cuenta en este momento con una estrategia consensuada para rechazar al multimillonario neoyorquino.
"Los republicanos parecen estar vacilando, incapaces o reacios a comprender que un turbio y grandilocuente mentiroso (Trump) está fraguando la imagen de su partido como símbolo de intolerancia y división", sostiene The New York Times en un duro editorial.
El diario urge, además, a que las "infames declaraciones" e "ideas superficiales" de Trump sean expuestas a través de "análisis desapasionados y debates inteligentes, estrategias que levantarían" a sus oponentes por la nominación presidencial republicana.
Hasta ahora, los principales líderes republicanos en el Congreso han hilado fino cuando han tratado de distanciarse de Trump y no lo han hecho a menudo.
Este jueves, Mitt Romney, que fue el candidato presidencial republicano en 2012 y perdió frente al presidente Barack Obama, ofrecerá un discurso sobre la actual campaña en la Universidad de Utah, aunque no se prevé que anuncie su apoyo a ninguno de los aspirantes.
Romney ha sido en los últimos días una de las voces del partido más críticas con Trump, a quien ha acusado de mentir sobre sus finanzas personales y urgido a que presente sus declaraciones de impuestos. Según fuentes citadas por varios medios, lo que hará Romney en su discurso será exponer por qué el Partido Republicano no puede permitir que Trump sea su candidato a la Casa Blanca.
Para quien parece haber terminado la batalla es para el senador de Florida Marco Rubio, que se mostró incapaz de cumplir las esperanzas depositadas en él por los jóvenes republicanos más moderados tras sus recientes ataques a Trump y es ahora Ted Cruz es la alternativa más viable para frenar al magnate.
El senador por Texas defiende que él es el único capaz de batir a Trump, a quien se impuso también en Iowa en febrero, y ha pedido a Rubio y a los otros precandidatos republicanos, John Kasich y Ben Carson, que se retiren ya de la contienda.
Clinton y el republicano Ted Cruz no solo se alzaron con la victoria en Texas, el premio gordo del supermartes, sino que también ganaron con holgura el voto latino.
Una encuesta de salida conducida por la televisora NBC mostró que el martes un 67% de los hispanos que votaron lo hizo por Clinton.
Por su parte, el aspirante republicano Ben Carson dijo "no ver un camino" para continuar luchando en las primarias de su partido tras no haber ganado en ningún estado durante las elecciones del supermartes, aunque no hizo oficial su salida de la campaña electoral.
Este jueves, los aspirantes republicanos se medirán en un nuevo debate televisado, mientras que el próximo de los demócratas se celebrará el domingo.