WASHINGTON. El miedo se extiende en Estados Unidos. Por lo menos entre la gran mayoría de la clase política y las élites intelectuales. Ayer, Mitt Romney, candidato republicano a la Presidencia de EU en 2012, lanzó un duro ataque al polémico magnate Donald Trump, favorito para lograr este año la nominación, a quien definió como un “farsante” que llevaría al país al “abismo”.

 

Con esa embestida, Romney abanderó la revuelta de los sectores tradicionales del Partido Republicano, que plantan cara a la cada vez más evidente candidatura a la Casa Blanca de Trump, al que no ven apto para dirigir al país más poderoso del mundo.

 

“Si nosotros, los republicanos, elegimos a Donald Trump como nuestro nominado, las expectativas de un futuro seguro y próspero van a disminuir enormemente”, subrayó hoy Romney durante un apasionado discurso en la Universidad de Utah.

 

Vinculado a las estructuras del partido conservador, el excandidato tildó al magnate inmobiliario de “farsante”, al tiempo que desacreditó su éxito empresarial al espetar que “él heredó sus negocios, no los creó”.

 

“Sus promesas son inútiles, como una carrera de la Universidad Trump”, señaló el ex gobernador de Massachusetts en alusión a la institución académica creada por el multimillonario, cuyas operaciones cesaron en 2011 bajo sospecha de prácticas ilegales.

 

Romney, que en 2012 perdió las elecciones ante el presidente de EU, el demócrata Barack Obama, alertó de que Trump “está embaucando al público estadunidense” con ideas vagas, como la construcción de un muro en la frontera sur para taponar la inmigración ilegal y la promesa de que México pagará esa muralla.

 

“Sus políticas nacionales -aseguró- conducirían a una recesión. Su política exterior haría a EU y el mundo menos seguros. No tiene ni el temperamento ni el juicio para ser presidente”.

 

Sin apostar por uno de los contendientes que le disputan a Trump la nominación, Romney avaló a los senadores Ted Cruz y Marco Rubio, así como al gobernador de Ohio, John Kasich, pues el neurocirujano retirado Ben Carson ha dejado entrever que abandonará la pugna.

 

La reacción del multimillonario no se hizo esperar y, en su cuenta de la red social Twitter, escribió: “Enseñar al Partido Republicano cómo perder hace cuatro años no fue suficiente. Ahora, Romney quiere hacer eso de nuevo”.

 

 

“Yo soy el único que puede batir a Hillary Clinton. No soy un Mitt Romney, quien no sabe cómo ganar”, replicó Trump, al dejar en el aire una pregunta: “¿Por qué Mitt Romney mendigó mi apoyo hace cuatro años?”.