Durante enero y parte de febrero de este 2016, los mercados accionarios a nivel internacional experimentaron ajustes importantes en sus cotizaciones ante los riesgos de una fuerte desaceleración mundial y temores de un posible proceso recesivo. Incluso, varias corredurías internacionales incluyeron a la economía de Estados Unidos. La desaceleración de China y Japón, el riesgo de deflación en Europa, la “sobreoferta” de crudo que llevaron a los precios a nuevas caídas en el año hasta de 35% en las cotizaciones referentes fueron parte de las variables que incidieron.

 

En lo que va de marzo estamos viendo que el Índice de Precios y Cotizaciones (IPC) de México logró “sortear” esta turbulencia y experimenta un movimiento de alza (en moneda local) de 3.5%, mientras que mercados como las bolsas en Estados Unidos, en el caso del Dow Jones registra una baja de 2.7%, el Nasdaq de -7.2% y el S&P500 de -3.2%.

 

Los reportes al cuarto trimestre reflejaron un resultado con ligero incremento en ventas y eficiencia operativa, pero una mejora en la utilidad neta ante un mejor comparativo. Sin embargo, diversas razones financieras aún muestran que el mercado mexicano está “caro”, pero entonces ¿qué es lo que realmente lo ha hecho diferenciarse hasta ahora?

 

Será que los mercados ligados a los “commódities” o materias primas empezarán a recuperarse en mayor medida que aquellos más industrializados o ligados a “servicios”?

 

No hay duda que faltan muchos meses en este 2016 y las variables comentadas seguirán en el radar internacional de los inversionistas, pero habría que sumarle una variable de las más importantes, como es la perspectiva de las políticas monetarias globales que se muestran “divergentes”; mientras Estados Unidos busca poco a poco ir normalizando su política monetaria con aumentos graduales en sus tasas de interés, otras economías como China, Japón y la Zona Euro requieren de una mayor “liquidez” que ayude a estabilizarlas y eliminar el riesgo “deflacionario”. En ese sentido, el dólar seguirá actuando con cierta “volatilidad” y fortaleciéndose en la medida que los indicadores de la propia economía americana vayan encaminados hacia el crecimiento.

 

Así, la Bolsa se ubica en torno a 44 mil 500 puntos y de acuerdo con el análisis, enfrenta una prueba muy importante en los 45 mil 400 puntos que representan una línea superior de tendencia que inició desde agosto de 2014 y que ya en varias ocasiones ha probado y no ha podido superar. En ese sentido, la reacción técnica reciente desde los 42 mil 300 puntos hasta el momento, genera que llegue con cierto “cansancio” o “sobrecompra” y requiera de un momento de mayor acumulación que implique consolidar todavía sin alcanzar el rompimiento técnico.

 

Sin embargo, el mercado accionario y el tipo de cambio peso/dólar estarán dependientes del movimiento del crudo y en ambos casos podrían ajustar. Respecto a la bolsa, es probable que el techo del mercado accionario esté “cercano” y veamos posibles regresos hacia los 42 mil 500 a 42 mil puntos, mientras que el peso mexicano podría presionarse hacia los 18.40 frente al dólar.

 

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