Los padres de los jóvenes desaparecidos hace dos meses en  Veracruz aseguraron hoy que mantendrán el plantón instalado en las instalaciones de la fiscalía estatal en Tierra Blanca, al considerar que es la única manera de que les hagan caso.

 

“Tenemos 60 días de sufrir y de estar esperando a nuestros muchachos”, afirmó a Radio Fórmula José Benítez, padre de una de las cinco víctimas, todas originarias de Playa Vicente, en el interior de Veracruz.

 

Lamentó que la fiscalía general no esté buscando a los jóvenes y aseguró que están perdiendo comunicación con esa institución que investiga el caso.

 

Para ellos se está enfriando esto, nosotros nos estamos desesperando ya, son muchos días de incomunicación”, señaló Benítez, quien dijo que los familiares seguirán con el plantón dentro de las instalaciones de la fiscalía estatal en Tierra Blanca.

 

“Es la única manera que creo yo nos puedan hacer caso, si así ya ve cómo se comportan nuestras autoridades, si no estuviésemos aquí de plano ya se hubiese cerrado el caso”, aseveró.

 

José Benítez, Mario Arturo Orozco, Alfredo González y Bernardo Benítez, de entre 24 y 27 años, y Susana Tapia, de 16, regresaban el 11 de enero de unas vacaciones en el puerto de Veracruz cuando fueron detenidos por policiales estatales en Tierra Blanca, a dos horas de Playa Vicente.

 

Según el testimonio del último policía detenido por este caso, identificado como Rubén Pérez, los jóvenes fueron trasladados al rancho El Limón, donde fueron entregados a seis presuntos miembros del crimen organizado.

 

Tras un interrogatorio, los jóvenes fueron quemados y sus restos triturados para después ser lanzados a un pequeño río, de acuerdo con Pérez.

 

El titular de la Policía Federal, Enrique Galindo, dijo el 1 de marzo pasado que el testimonio del policía “no es definitivo”, ya que debe ser corroborado con pruebas científicas, y remarcó que la búsqueda continúa.

 

El mismo día el subsecretario de Gobernación Roberto Campa indicó que los jóvenes fueron detenidos “simplemente porque (a los agentes) les parecieron sospechosos”, mientras el fiscal de Veracruz, Luis Ángel Bravo, dijo que se conoce el móvil del crimen, pero no quiso revelarlo para no entorpecer la investigación.

 

En el rancho, las autoridades encontraron manchas hemáticas y restos óseos calcinados. Con estos se identificó a Bernardo Benítez, mientras que, a partir del hallazgo de un pedazo de tela de la camiseta y una costra, se reconoció a Alfredo González.

 

Sin embargo, los familiares de las víctimas desconfiaron de estas pruebas genéticas y encomendaron días más tarde al prestigioso Equipo Argentino de Antropología Forense (EAAF) analizar los restos hallados, que aceptó la tarea.

 

José Benítez dijo este viernes que aún están a la espera de los resultados de los estudios realizados por los peritos argentinos.

 

Por este caso hay ocho agentes detenidos, entre ellos el delegado de la Secretaría de Seguridad Pública estatal en Tierra Blanca, Marcos Conde, además de Francisco Navarrete, presunto líder del Cártel Jalisco Nueva Generación en ese municipio.

 

Según cifras oficiales, en México hay más de 27 mil  personas desaparecidas, una parte de ellas a manos de agentes de seguridad y miembros de los cárteles de las drogas que operan en el país.