LA HABANA. El presidente de Estados Unidos, Barack Obama, tratará con el mandatario cubano Raúl Castro el tema de los derechos humanos durante su próxima visita a la isla, según asegura en una carta dirigida a las disidentes “Damas de Blanco”, que divulgaron hoy el texto y lo invitaron a mantener un encuentro.

 

“Entiendo a cabalidad los obstáculos que los cubanos de a pie confrontan para ejercer sus derechos” y “tal y como he hecho en el pasado, abordaré directamente estos temas con el presidente Castro“, expresó Obama en su carta con fecha del 10 de marzo en respuesta a otra enviada por el grupo disidente femenino.

 

Obama señaló además que cuando anunció en diciembre de 2014 el restablecimiento de relaciones diplomáticas con Cuba, había dicho “bien claro que continuaríamos teniendo diferencias con el gobierno cubano, y que abordaríamos esas diferencias directamente con dicho gobierno”.

 

“Los Estados Unidos creen que nadie, en Cuba o en cualquier otra parte, debe enfrentar amenazas, arresto o acoso físico simplemente por ejercer el derecho universal de que sus voces sean escuchadas”, añadió el gobernante norteamericano quien visitará por primera vez el país caribeño del 20 al 22 de este mes.

 

La líder de las “Damas de Blanco”, Berta Soler, dijo a Efe que “es muy importante” la carta de Obama “porque reconoce que en Cuba no existen avances materiales de derechos humanos, y también la existencia de las Damas de Blanco”.

 

Soler explicó que su grupo escribió el pasado 28 de enero una carta al presidente de EU en la que “exponíamos que estamos muy preocupadas porque en Cuba nada ha cambiado, la administración de Obama no ha hecho un pronunciamiento de condena al gobierno cubano para que cese la violencia policial y declare una amnistía para los presos políticos”.

 

Tras la marcha que realiza el colectivo disidente femenino los domingos a la salida de misa en la iglesia habanera “Santa Rita”, Soler se reunió con sus compañeras y otros activistas de la oposición en un parque aledaño, y denunció “acosos, amenazas, detenciones” y un “recrudecimiento de la represión”, a partir del “deshielo diplomático” entre Cuba Y EU.

 

Además dijo que en los últimos días han recibido advertencias de que durante la estancia de Obama a La Habana “no nos van a permitir salir a las calles”, y aprovechó para lanzar una invitación al dignatario de la Casa Blanca para que acuda a ese mismo lugar a reunirse con las “Damas de Blanco”.

 

Poco después, Soler junto a una veintena de mujeres de su grupo acompañadas de una docena de disidentes intentaron realizar una nueva manifestación por la campaña “Todos marchamos”, portando una tela impresa, con inscripciones con demandas de “derechos, libertades y cambios”.

 

Pero tal y como ha ocurrido durante 45 domingos consecutivos, la protesta fue disuelta y sus participantes arrestados por agentes de la policía y conducidos a autobuses y vehículos patrulleros, mientras simpatizantes del gobierno coreaban consignas revolucionarias.

 

El gobierno cubano considera a los disidentes “mercenarios” y “contrarrevolucionarios”.