WASHINGTON. La Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH) condenó hoy el asesinato de Nelson Noé García, líder e integrante del Consejo Cívico de Organizaciones Populares e Indígenas de Honduras (Copinh), fallecido hace una semana, y urgió a Honduras a investigar el caso con “la debida diligencia”.

 

En un comunicado, la Comisión subrayó que la muerte de Noé García se produjo “doce días después del asesinato de su colega, la reconocida líder y defensora de derechos humanos, Berta Cáceres”, cofundadora del grupo activista.

 

Según la información recibida por la CIDH, el pasado 15 de marzo Nelson Noé García acompañó y auxilió a pobladores de una comunidad de Río Chiquito, en el departamento de Cortés, donde las fuerzas de seguridad estatales realizaron un desalojo en el cual, según información de organizaciones sociales, habría habido uso abusivo de la fuerza.

 

Al regreso a su domicilio, unos desconocidos le dispararon con armas de fuego, lo que causó la muerte de García, de 38 años, señaló la CIDH.

 

En su nota, el organismo expresó “su profundo repudio por este asesinato, y su especial preocupación por el hecho de que Nelson Noé García tenía medidas cautelares otorgadas a su favor”.

 

Además, insistió en la obligación del Estado hondureño de “investigar el asesinato de Nelson Noé García y de Berta Cáceres con debida diligencia, y a juzgar y sancionar a los autores materiales e intelectuales”.

 

“El Estado debe incluir líneas de investigación donde se analice como hipótesis que este crimen haya tenido como móvil la actividad de la víctima como defensor de derechos humanos”, señaló el Relator de para Honduras, Comisionado Francisco Eguiguren.

 

“Estos crímenes no deben quedar en la impunidad”, agregó.

 

En los últimos años, recordó la nota, los integrantes de COPINH han sido víctimas de numerosos actos de agresión, criminalización, amenazas e intimidaciones.

 

En un informe publicado en febrero y elaborado tras su visita al país centroamericano, la CIDH estima que más del 80 % de los homicidios cometidos en Honduras quedan impunes por la incapacidad de los órganos de investigación.

 

La CIDH es un órgano principal y autónomo de la Organización de los Estados Americanos (OEA), cuyo mandato surge de la Carta de la OEA y de la Convención Americana sobre Derechos Humanos.