Por debajo del río Coatzacoalcos, uno de los más caudalosos de México, es construida una de las obras de ingeniería más importantes de Latinoamérica, un túnel sumergido, con tecnología española, holandesa y mexicana.
Con una estructura de 135,000 toneladas, el equivalente a 355 aviones Boeing 747, el túnel se encuentra 35 metros por debajo de la superficie del río y permitirá la comunicación entre dos de las poblaciones más importantes en materia petrolera de México.
La vía subacuática, con una longitud total de 2,985 metros, de los cuales 700 son por debajo del cauce, unirá el puerto petrolero de Coatzacoalcos con la población de Allende, donde se asientan tres de los complejos petroquímicos con mayor producción del país: Cangrejera, Pajaritos y Morelos.
El proyecto, que ha tardado más de 10 años debido a problemas financieros y legales, lleva un avance de 88 % y se estima que esté concluido en septiembre próximo.
“Es único en Latinoamérica porque estamos utilizando una tecnología de empresas holandesas, españolas y mexicanas; hemos intercambiado conocimientos y tecnología”, explicó el coordinador de Supervisión de la Gerencia de Proyecto del Túnel Sumergido, Fernando Urueta.
De pie exactamente a la mitad del túnel, el ingeniero reveló que se utilizó la misma tecnología del puente-túnel que conecta dos áreas metropolitanas en Europa: la capital danesa, Copenhague, y la ciudad sueca de Malmö.
“Es una satisfacción muy grande participar en este tipo de proyectos y llevarlos a buen término, siempre cuidando la calidad de los materiales, el proyecto y que todo se haga como debe hacerse”, afirmó Urueta en un recorrido realizado por Efe.
El río, con un ancho de 700 metros y profundidad promedio de 14, nace en el estado de Oaxaca y atraviesa Veracruz con un total de 322 kilómetros de longitud para desembocar en el Golfo de México.
La inversión en la obra, de 5.134 millones de pesos, forma parte de un megaproyecto industrial y turístico para la región que incluye un puerto de gran calado sobre el río, que permitirá sacar los productos de la Refinería Lázaro Cárdenas del municipio Minatitlán.
“Hasta ahora vamos con el programa; no esperamos ningún impedimento”, afirmó el secretario de Infraestructura y Obras Públicas de Veracruz, Tomás Ruiz González.
La obra fue adjudicada al consorcio Cotuco, integrado por la española FCC y la mexicana Impulsa, y la construcción estuvo a cargo de FCC Construcción (división constructora de FCC), Impulsa y el mexicano Grupo OPC, que aportó tecnología holandesa.
Ruiz indicó que más de la mitad de la inversión la hará el consorcio. También hubo recursos públicos de los Gobiernos federal y estatal, y del Fondo Nacional de Infraestructura.
En el recorrido por las entrañas de la construcción se observa el túnel completamente iluminado, con sus secciones selladas y sin filtraciones, y cerca de 100 obreros que realizan las tareas finales.
El Túnel Sumergido está compuesto por cinco segmentos prefabricados, cada uno de 27,000 toneladas, por los que discurren cuatro carriles vehiculares, dos por sentido.
Para la obra de alta ingeniería, que consumió 1,400 kilómetros de varillas, se construyó un dique seco a un costado del río, para lo cual debieron extraerse en un área de 13 hectáreas millón y medio de metros cúbicos de tierra. Allí se construyeron los cinco segmentos.
Cada bloque, un cajón de concreto hidráulico con armazón de varillas que requirió 7,000 toneladas de acero, consta de tres compartimentos, dos de ellos de 11 metros de ancho por 9.5 de alto por donde pasarán los vehículos automotores, y en medio de ellos un tercero de 1.5 metros de ancho por 9.5 de alto que servirá como ruta de mantenimiento y emergencia.
Una vez concluida la construcción de las cinco estructuras, el dique fue inundado con aguas del río.
Los segmentos fueron arrastrados con remolcadores y colocados con precisión satelital en el lecho del río, el cual previamente fue dragado para hacer espacio. Las estructuras fueron selladas debajo del agua y cubiertas con material aislante para evitar filtraciones.
El puerto de Coatzacoalcos, con 323,000 habitantes, es un centro industrial, comercial y de servicios de gran importancia económica en el sureste mexicano, integrado por dos recintos portuarios, 11 posiciones de atraque, 14 terminales privadas, ocho bodegas y cuatro empresas dedicadas a operaciones intermodales.
En el mismo municipio se encuentra el poblado de Allende, con 23,000 habitantes, donde además de los complejos petroquímicos está la Terminal Marítima de Pajarito, pero su único acceso es a través de dos puentes arcaicos y mediante lanchas.
Actualmente circulan entre la zona industrial de Allende y Coatzacoalcos más de 20,000 vehículos al día, de los cuales 14.000 tienen como destino la zona de las petroquímicas.
Cruzar los puentes puede representar hasta una hora de traslado, pero con la puesta en operación del Túnel el tiempo de traslado, para cerca de 18,000 autos diarios, se reducirá a poco más de 15 minutos desde el centro de Coatzacoalcos a la zona industrial.
Una vez entregado, se pasará a la segunda etapa del proyecto, que incluye la atracción de turistas por la obra en sí, un libramiento ferroviario y un puerto que permitirá el paso de buques de gran calado aguas arriba, donde se asientan la Refinería Lázaro Cárdenas y la petroquímica de Cosoleacaque.