La Asociación Mexicana de Empresarios Gasolineros y la empresa de origen estadunidense Gulf se perfilan como los primeros “jugadores” de cara a la intensa competencia que se avecina en el mercado de los combustibles y todo parece que su entrada al negocio será por separado.

 

Ante la apertura del mercado, que arranca oficialmente este viernes con la libre importación de gasolinas y diésel, los franquiciatarios de Pemex han tomado distancia de la estadunidense, que busca asociaciones para incursionar en un negocio dominado hasta ahora por Pemex.

 

No nos interesa para nada la propuesta de Gulf, porque finalmente es el mismo producto de Pemex, ellos no cuentan con ningún metro de poliducto ni con almacenamiento ni de distribución. Lo que vemos mal los gasolineros es que nosotros no vamos a vender nuestras empresas como ellos pretenden, la propuesta de ellos no es venir a invertir, sino son actividades de coyotaje, por eso llegamos a un acuerdo de asamblea de Amegas de no asociarnos con ellos”, dijo Pablo González, presidente de la Amegas.

 

Para convencer a los dueños de gasolineras de sumarse a su negocio, la empresa Gulf les ofrece cubrir los 700 mil pesos que vale su franquicia con un reembolso de los derechos que ya le pagaron a Pemex y el resto liquidarlo hasta 2018, cuando el mercado de combustibles esté abierto completamente, aseguró el presidente de la empresa en México, Sergio de la Vega.

 

No obstante, la Amegas anunció que ya afina un plan para construir una central de distribución conectada a ductos que les permita importar combustibles. Además, buscan comprar 10 mil pipas para distribuir el producto a las estaciones de servicio. Esto, con una inversión de 20 millones de dólares.

 

Gulf espera tener tres mil estaciones de servicio en un plazo que concluye en 2018, cuando según sus previsiones el mercado de gasolinas alcanzará su madurez. Su primer paso es la apertura de cuatro gasolineras a finales de junio.

 

“Nuestras franquicias al principio van a vender principalmente los productos de Pemex y van a seguir usando la infraestructura de Pemex, sí vamos a empezar con importaciones marginales pero no vemos una alternativa de suministro antes de 2018”, explica Sergio de la Vega, presidente de Gulf en México.

 

Su entrada al negocio se dará por dos vías: La primera es la asociación con empresas que construyan infraestructura de acceso libre para todos, y la otra es desarrollar sus propias instalaciones para cubrir la demanda de ciertos mercados.

 

En estos momentos, añadió, el problema es la regulación, pues aún existen dudas debido a que la apertura del mercado se adelantó nueve meses por lo que nadie ha solicitado el permiso.

 

Fin del monopolio. Por ahora Pemex es la única que que posee infraestructura para la distribución de combustibles. Actualmente importa 389.9 millones de barriles diarios, lo que representa la mitad de la demanda del país.