Hoy día, numerosas empresas de seguridad privada reclutan y arman a civiles, ex militares o ex marinos para que sean escoltas, sin embargo, la prueba de control de confianza no se contempla en la ley como un requisito obligatorio, por lo que los riesgos para la ciudadanía de sufrir abusos de guardias no confiables se ha incrementado.
Para José Hernández, gerente de capacitación en el Centro de Evaluación Sanfergo, como parte de las propuestas para regular a los llamados guardaespaldas la aplicación del nivel de confianza, a través de pruebas como el polígrafo o el examen de estrés de voz, debería ser un aspecto fundamental y obligatorio tanto para su reclutamiento como para su evaluación periódica de permanencia.
En entrevista con 24 HORAS, el también capacitador independiente con registro en la Secretaría de Seguridad Púbica de la ciudad de México, y la Policía Federal acusó que muchos reclutadores en empresas de seguridad privada acreditan dicho “requisito” con la aplicación de una mezcla de prueba psicométrica o psicológica pero pruebas de polígrafo o voz no las marcan.
“Hay empresas que no te aplican el polígrafo y estás armado, y eso es excesivamente riesgoso porque para este tipo de cargos debe ser obligatoria ese tipo de pruebas porque así le estas dando la fortaleza, veracidad y confiablidad a la persona que porta un arma, y que está encargada de la seguridad e integridad de un persona o personas”, aseguró.
Mejo la voz que el polígrafo
A decir del evaluador, aunque tanto las pruebas de polígrafo como la de estrés de voz son igual de confiables, los exámenes de estrés de voz resultan con mayores ventajas por el costo y tiempo de aplicación, pues no es una prueba invasiva (no se le conecta nada a la persona), y cuesta alrededor de 700 u 800 pesos por persona, y puede demorar menos de una hora.
En contraparte, el polígrafo, aparte de conectar a la persona a los diversos baumanómetros, se requieren de entre 3 a 4 horas para su aplicación, y suele costar entre los 3 mil y 4 mil pesos. “Lo que necesitan las empresas de seguridad es conocer el nivel de confianza, en el polígrafo te hacen ocho preguntas y cuatro son para lo que tiene que ver con lo que control de confianza, y en la prueba de voz haces hasta 22 preguntas y 14 te sirven”.
Para Hernández la homologación de los criterios y aspectos de evaluación y certificación de escoltas o elementos de seguridad privada podría ser la clave para evitar que tantas personas sin capacitación ni evaluaciones se desempeñen en una labor tan exigente como lo es el encargarse de la seguridad de alguien.
“En un exceso de trabajo y presión al que se someten, conozco gente que entre a las 6 de la mañana al servicio, es decir a cuidar a su principal, y salen entre la una o dos de la madrugada, duermen tres o cuatro horas y de nuevo a lo mismo, por ese trabajo no tienen buenas prestaciones ni relevos, entonces el desgate físico, mental y emocional es demasiado, sin duda debe haber mayor amplitud y consideraciones para mejorar su condiciones laborales y personales.
Puntos clave
Cómo mejorar las condiciones del escolta
-Que sea de preferencia una persona con carrera de armas, que se haya desempeñado como militar, marino o policía con un historial limpio, pues el perfil y el adiestramiento de alguien en fuerzas armadas otorgan cierta disciplina y valores específicos.
-De tratarse de un civil, que la persona no cuente con antecedentes penales, ni registro de situaciones que lo identifiquen como una persona violenta, agresiva e intolerante.
-Forzosamente someterse a evaluaciones durante lapsos determinados por la empresa o el titular para mantener vigente el permiso de portación de arma, en el caso de que éste sea colectivo, y la renovación anual que implica la portación en el caso de particulares.
-Al menos tres veces al año, que los escoltas sean valorados y atendidos en cuanto a su salud psicológica, y se evalúen aspectos de índole profesional y personal